La 'alimentación' de AI con grandes volúmenes de datos de video hace posible la toma de decisiones precisas.
En los intensos campos de batalla del conflicto entre Ucrania y Rusia en los últimos dos años, miles de drones equipados con dispositivos de grabación han volado día y noche, registrando más de dos millones de horas de imágenes de combate, lo que equivale aproximadamente a 228 años de duración de video. Ahora, Ucrania está considerando estos enormes datos de imágenes aéreas como una 'fuente de alimentación para AI', para entrenar la capacidad de reconocimiento de imágenes y toma de decisiones automatizada de la inteligencia artificial militar. Este plan es ejecutado por la organización sin fines de lucro OCHI, con el objetivo de combinar imágenes en tiempo real de drones con análisis de AI en el backend, ayudando a los comandantes a comprender la situación de combate con mayor precisión, o incluso permitiendo que el sistema detecte y ataque objetivos por sí mismo.
Oleksandr Dmitriev, fundador de OCHI, enfatiza que estos videos aéreos contienen un valor incomparable: 'Dar a la AI dos millones de horas de grabaciones de combate le permite autoaprendizaje rápido en tácticas, identificación de objetivos, optimización de sistemas de armas, entre otros aspectos, convirtiéndose en un motor de inteligencia de combate más allá de la imaginación.' Dmitriev afirma que mediante la extracción de patrones comunes a través de algoritmos de AI, el sistema puede determinar los mejores ángulos o rutas de disparo y proporcionar sugerencias dinámicas a los comandantes.
Fuente de la imagen: (Reuters) Un soldado ucraniano del 24º Batallón Mecanizado Independiente 'LAROG' instala una mina anti-tanque en un dron de combate 'Vampire'.
Desde el apoyo de mando hasta la autonomía de ataque, la AI en drones se está convirtiendo en una norma.
De hecho, los drones se han convertido en una parte indispensable de la guerra moderna, y Ucrania ha ido desplegando una gran cantidad de modelos comerciales o modificados para hacer frente a las fuerzas rusas en los últimos años. A medida que la tecnología de AI avanza, algunos drones son capaces de identificar automáticamente terrenos, evitar obstáculos e incluso juzgar objetivos de ataque mediante el aprendizaje profundo. La industria señala que si se incorpora todo el video de la vasta base de datos en el entrenamiento de AI, permitiendo que las máquinas deduzcan reglas de decisión de cientos de miles o millones de escenarios de combate, en el futuro los drones podrían completar tareas complejas sin intervención humana, acortando aún más el tiempo de reacción.
Según informes de think tanks y medios de comunicación estadounidenses, no solo Ucrania está en esta situación, sino que las fuerzas rusas también están invirtiendo en diversas aplicaciones de AI, incluyendo la funcionalidad de identificación automática de objetivos de la serie de drones Lancet. Al mismo tiempo, las fuerzas ucranianas están desarrollando el concepto de 'vuelo de enjambre de AI': a través de un sistema central de computadoras que controla simultáneamente decenas o incluso cientos de drones, formando un escuadrón de operaciones conjuntas de 'nube'. En el futuro, los ataques conjuntos que estallan instantáneamente en el campo de batalla serán aún más impredecibles e indefendibles.
La disputa entre la cantidad y la calidad de los datos: enfrentando diferentes entornos de combate.
Aunque se dispone de dos millones de horas de recursos de video, la AI aún necesita depender de la calidad de los datos para lograr una detección y juicio precisos. Kateryna Bondar, investigadora del Centro Wadhwani AI, señala que los modelos de AI deben reconocer con precisión el terreno, los colores y las formas, lo que hace que la claridad de las imágenes y la calidad de la anotación sean cruciales. 'Si solo se trata de imágenes borrosas y grises, no importa cuántas haya, el sistema tendrá dificultades para reconocer correctamente.' También indica que los Estados Unidos y varios países están interesados en esto, pero también quieren recopilar imágenes que puedan hacer frente a posibles entornos de guerra en el Indo-Pacífico (como islas, mares y altos edificios urbanos), lo que será beneficioso para su aplicación en futuros escenarios contra China.
Por otro lado, la acumulación continua de enormes cantidades de videos también representa un desafío en términos de seguridad: si son robados o destruidos por el enemigo, el material de entrenamiento de AI se verá gravemente afectado. Dmitriev enfatiza que OCHI y otro sistema del Ministerio de Defensa de Ucrania, Avengers, están dedicados a cifrar en diferentes etapas de almacenamiento y transmisión para proteger información valiosa.
El próximo paso en la militarización de la AI: la dialéctica entre eficiencia y ética.
La combinación de grandes volúmenes de imágenes de drones con algoritmos de AI podría traer una revolución en la eficiencia del campo de batalla: desde la identificación inmediata del equipo enemigo hasta ataques conjuntos, sin necesidad de los tradicionales pasos de "observación - confirmación - instrucción - ejecución". Sin embargo, la posición de "humano" en la cadena de mando y el riesgo de posibles errores de juicio han sido objeto de intenso debate debido al aumento del grado de automatización. Si se transfiere considerablemente el poder de decisión a las máquinas, ¿cómo evitar ataques erróneos a instalaciones civiles o controversias éticas de guerra? A nivel internacional, aún no hay un consenso claro al respecto.
Desde un nivel estratégico, la vasta cantidad de datos de drones recopilados por Ucrania es sin duda un 'campo de entrenamiento soñado' para el entrenamiento de AI, además de que muchas empresas militares en Europa y América también desean aprovechar esta tecnología. A medida que se concentran las fuerzas, la AI en la industria militar se desarrollará rápidamente y alterará la evolución del mapa militar futuro.
Tal como dice Dmitriev: 'Las máquinas pueden convertir miles de experiencias en cálculos matemáticos, y solo necesitamos tener suficientes datos visuales para enseñarle cómo combatir.'
En general, la recopilación activa de videos de combate de drones por parte de Ucrania marca el inicio de una integración más profunda entre la AI y lo militar. Si la tecnología madura, los enjambres de drones equipados con motores de AI se convertirán en clave para definir el rumbo de las batallas. En el futuro, ya sea en conflictos en Europa o en otras regiones, es probable que este modelo se reproduzca y se difunda rápidamente, desafiando a la comunidad internacional a repensar las normas de guerra, la privacidad de los datos y los nuevos riesgos éticos.
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¡Nueva revolución en la guerra! ¿Puede Ucrania ganar a Rusia entrenando AI militar con dos millones de horas de video? Este artículo fue publicado originalmente en 'Ciudades Criptográficas'.