El revuelo en torno a la computación cuántica y su posible impacto en la seguridad de Bitcoin ha sido un tema candente en la industria últimamente. Algunos expertos creen que esta tecnología avanzada podría mejorar las medidas de seguridad de la criptomoneda, mientras que otros expresan preocupaciones sobre la capacidad de las computadoras cuánticas para romper las encriptaciones criptográficas existentes.

Los avances post-cuánticos también se han sugerido como una forma de crear una red de Bitcoin más fuerte. Adam Back, CEO de Blockstream y conocido criptógrafo, es uno de los defensores de integrar esquemas de firma post-cuánticos en la red de Bitcoin. Argumenta que, aunque la investigación post-cuántica aún está en su infancia, es esencial comenzar a explorar estas opciones ahora para adelantarse a cualquier amenaza potencial.

Sin embargo, el reciente anuncio de Google sobre su chip de computación cuántica, Willow, ha reavivado las discusiones sobre las vulnerabilidades de las criptomonedas como Bitcoin ante la computación cuántica. Mientras que algunos expertos argumentan que la versión actual de Willow aún no es capaz de romper la encriptación de Bitcoin, otros se mantienen cautelosos.

En respuesta a estos desafíos, el cofundador de Ethereum, Vitalik Buterin, ha propuesto una solución para mitigar los riesgos asociados con la computación cuántica. Su idea implica implementar un simple hard fork que podría potencialmente resolver el problema antes de que se convierta en un gran inconveniente. A pesar de estas discusiones, Bitcoin sigue acaparando titulares, alcanzando recientemente un nuevo máximo histórico de $100,000.

Esta impresionante hazaña ha atraído una mayor atención tanto de inversores como de responsables de políticas, planteando importantes preguntas sobre el papel de Bitcoin en los sistemas financieros globales y su posible impacto en la estabilidad financiera y la desigualdad.

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