Este es un claro ejemplo que refleja la sabiduría de la ley islámica al prohibir el apalancamiento financiero y los préstamos usureros. El Islam prohíbe estas herramientas porque se basan en fundamentos injustos y grandes riesgos que conducen al agotamiento ilegal del dinero de las personas.

¿Por qué el Islam prohíbe el apalancamiento financiero y los préstamos usureros?

Usura (interés): La usura es un aumento condicionado del dinero prestado y está prohibida porque conduce a una clara injusticia. Cuando se pide dinero prestado con intereses, el deudor soporta la carga adicional, incluso si no puede pagar, lo que genera dificultades financieras.

Muchos de los que recurren a préstamos usureros y apalancamiento se encuentran a merced de las fluctuaciones del mercado, y cuando pierden, pierden todo su dinero, mientras que los intereses usureros continúan acumulándose.

El apalancamiento se basa en pedir dinero prestado para operar con cantidades superiores a su capital real. Esto duplica las ganancias potenciales pero también duplica las pérdidas. En caso de pérdida, el comerciante se ve obligado a cubrir la deuda con intereses.

Como mencioné, esta semana se liquidaron muchas carteras debido al uso del apalancamiento, ya que los riesgos aumentaron a niveles inmanejables. El mercado es implacable y cuando se producen pérdidas, el comerciante lo pierde todo, incluido el dinero prestado.

El Islam prohíbe los juegos de azar y cualquier cosa que conduzca a recibir dinero ilegalmente. El apalancamiento es similar al juego de azar, en el sentido de que depende en gran medida de las expectativas y carece de control real, lo que lo convierte en un riesgo que no está legítimamente justificado.

El comercio de apalancamiento es como jugar un juego perdido la mayor parte del tiempo. La liquidación ocurre en momentos, dejando al comerciante sin un centavo.

La ley islámica exige justicia en las transacciones financieras. En el caso del apalancamiento y los préstamos usureros, la parte fuerte (las instituciones financieras) beneficia a la parte débil (el comerciante), lo que lleva a una clara explotación.

Las empresas que brindan servicios de apalancamiento se benefician de la liquidación de las cuentas de los comerciantes, ya que reciben comisiones e intereses, mientras que el comerciante soporta toda la pérdida.

La sabiduría de la prohibición en el Islam

El Islam protege a una persona de caer en trampas financieras que la llevan a la bancarrota y al agotamiento de su dinero. En cambio, fomenta la inversión responsable y el riesgo informado utilizando capital real. El comercio halal significa lograr ganancias sostenibles sin exponerse a riesgos innecesarios ni oprimir a otros.

Acontecimientos de la vida real como la liquidación de gobernadores muestran claramente que seguir la Sharia no es sólo obediencia a los mandamientos de Dios, sino también un medio de protegerse a uno mismo y a su riqueza.

Lo que sucedió esta semana con los usuarios que utilizaron apalancamiento y préstamos usureros es evidencia de la sabiduría del Islam al prohibir estas herramientas. El Islam llama a generar riqueza de manera segura y sostenible, y advierte contra métodos que conducen a la destrucción del dinero y su agotamiento de manera injusta.