Después de cuatro años de negociaciones, el Fondo Monetario Internacional aprobó un préstamo de 1.4 mil millones de dólares del fondo ampliado para El Salvador con el fin de apoyar sus reformas económicas. Pero alcanzar este acuerdo tuvo un costo: el gobierno de El Salvador se comprometió a mejorar el equilibrio fiscal, reducir la relación entre la deuda y el PIB, y disminuir los riesgos financieros asociados con Bitcoin. Esto marca un cambio en la búsqueda del país por convertirse en un centro global de criptomonedas. El presidente de El Salvador anunció en 2021 que Bitcoin, junto con el dólar, se convertiría en moneda de curso legal, posicionando a El Salvador como el primer "país criptográfico" del mundo. El Fondo Monetario Internacional añadió: "La participación del sector público de El Salvador en actividades económicas relacionadas con Bitcoin, así como las transacciones y compras de Bitcoin, estarán restringidas; además, los pagos en Bitcoin ya no serán aceptados y deberán hacerse en dólares." El lado salvadoreño anunció que la billetera digital Chivo "se venderá o cerrará", pero otras iniciativas relacionadas con Bitcoin que continúen siendo moneda de curso legal se mantendrán.