El Banco de Pagos Internacionales (BIS) ha propuesto una nueva arquitectura para las monedas digitales de banco central (CBDCs) al por menor, sugiriendo un modelo híbrido. En esta configuración, los bancos centrales se encargarían de la emisión y la gobernanza, mientras que los bancos comerciales gestionarían los servicios al consumidor. El diseño tiene como objetivo mejorar la privacidad al separar los datos de transacciones de las identidades de los usuarios.

A pesar de estas garantías de privacidad, las CBDCs enfrentan críticas. El Banco de Canadá pausó sus planes de CBDC debido al desinterés del público. En EE. UU., el abogado John Deaton criticó las CBDCs, citando amenazas a la libertad personal. Mientras tanto, la eurodiputada Sarah Knafo instó a la UE a abandonar las CBDCs a favor de Bitcoin, advirtiendo sobre el potencial autoritarismo.