Corea del Sur ha sido testigo de un éxodo masivo de sus desarrolladores de blockchain en los últimos años, con un alarmante 90% que ha abandonado el país en los últimos siete años. Este éxodo se atribuye principalmente a la escasez de oportunidades de financiación para empresas de blockchain dentro de Corea del Sur, como cuentas corporativas y ofertas iniciales de monedas (ICOs). En busca de condiciones más favorables, estos desarrolladores se han trasladado a países como Singapur y Hong Kong, exacerbando aún más la escasez de talento de Corea del Sur en el sector del blockchain.