La separación.
Llega un momento en el que todos esperamos obtener nuestra ganancia deseada de la moneda y, decididos o siguiendo el plan, vendemos la moneda. Desde ese segundo, muchos comienzan a sentir el dolor de la separación que recuerda a una pareja. Muchos empiezan a monitorear con más intensidad: ¿no habrá subido el precio de mi ex?, les interesa qué le pasa, sienten FOMO, quieren volver a entrar donde no deben. En la mayoría de los casos, al entrar nuevamente, se arrepienten locamente de ello. Conclusión: si presionaste 'vender', no vuelvas a acosar. Que sea lo que sea, si el precio sube cientos de veces o cae, no son tus problemas. Has obtenido tu ganancia y ahora puedes buscar nuevos proyectos y relaciones ;)