Los eventos de colapso generalmente se refieren a la crisis financiera severa que ocurre de repente en un mercado o empresa, lo que lleva a la incapacidad de continuar operando o enfrentar el cierre. En el ámbito de las criptomonedas, hay eventos de colapso como el de Luna y el de FTX, y en la economía real también ocurren con frecuencia eventos de colapso. Tomando como ejemplo a Extreme Automobile, en diciembre de 2024, Extreme Automobile colapsó de repente, miles de empleados fueron suspendidos y despedidos, y la empresa se encontraba en un estado de paralización. La causa del evento fue la ruptura de la cadena de financiamiento de Extreme Automobile, que llevó a la incapacidad de continuar pagando los salarios de los empleados y las deudas a los proveedores. El CEO de Extreme Automobile, Xia Yiping, anunció en una videoconferencia a todos los empleados que la empresa entra en la fase 2.0 de emprendimiento, recortando significativamente los gastos, deteniendo el pago de la seguridad social, y ofreciendo dos opciones: renunciar voluntariamente para recibir una compensación N+1, o elegir continuar trabajando pero sin salario.
Los eventos de colapso tienen un gran impacto en las empresas y empleados. Los empleados de Extreme Automobile enfrentan el desempleo, y muchos proveedores también están reclamando deudas. Por ejemplo, la sucursal de Shanghai de China Mobile está reclamando a Extreme por deudas en el negocio de Internet de vehículos por aproximadamente 2.05 millones de yuanes, y ya ha iniciado un proceso legal. Además, el repentino colapso de Extreme Automobile también ha suscitado especulaciones sobre las razones detrás de ello; se informa que Baidu envió un equipo financiero para realizar una debida diligencia, descubriendo que Extreme tenía un agujero financiero de hasta 7 mil millones, lo que llevó a Baidu a decidir no invertir más fondos.
Los eventos de colapso tienen un significado de advertencia importante para las empresas y el mercado. Cuando las empresas enfrentan una crisis financiera, deben tomar medidas de inmediato para controlar los gastos y comunicarse con los accionistas y socios para evitar que el cierre repentino cause mayores pérdidas a todas las partes. Además, las empresas deben fortalecer la gestión financiera y el control de riesgos en sus operaciones diarias, asegurando un flujo de fondos estable y evitando la ocurrencia de eventos similares.