En 2021, Tesla y su propietario Elon Musk, el hombre que una vez llamó a Bitcoin "una buena idea en muchos niveles", le dieron la espalda, citando preocupaciones ambientales.
En ese momento, parecía el movimiento correcto para una empresa que predica la sostenibilidad. Pero ahora, Bitcoin ha superado los $100,000, y Tesla tiene más de $1 mil millones en ganancias no realizadas en criptomonedas. Entonces, ¿tiene sentido la dramática ruptura de Elon con Bitcoin, o está empezando a parecer una decisión de la que Tesla podría arrepentirse?
En 2021, Elon tuiteó que Tesla estaba "preocupada por el uso rápidamente creciente de combustibles fósiles para la minería y transacciones de Bitcoin." Señaló al carbón, el más sucio de todos los combustibles fósiles, como un gran problema.
Tesla & Bitcoin pic.twitter.com/YSswJmVZhP
— Elon Musk (@elonmusk) 12 de mayo de 2021
El mercado de criptomonedas reaccionó de inmediato. El precio de Bitcoin cayó más del 10% en pocas horas. La influencia de Elon era innegable. Los creyentes en Bitcoin estaban furiosos, llamándolo hipócrita. Después de todo, Elon sabía exactamente cómo funcionaba Bitcoin antes de que Tesla se involucrara.
Los críticos lo acusaron de usar las preocupaciones ambientales como una cobertura para la estrategia de Tesla de capitalizar durante el auge de Bitcoin. Cualesquiera que sean los motivos, la decisión fue definitivamente un punto de inflexión para Tesla y su relación con Bitcoin y para la relación de Elon con la comunidad cripto.
Las preocupaciones versus el crecimiento de Bitcoin
Hubo una razón por la que el argumento ambiental de Elon tuvo un gran impacto en 2021. Los informes del Centro de Finanzas Alternativas de Cambridge mostraron que la minería de Bitcoin utilizaba más electricidad anualmente que países enteros como Suecia o Malasia.
Tesla, el ejemplo de energía limpia, no podía asociarse con un proceso intensivo en energía impulsado en gran medida por combustibles fósiles. Avancemos hasta hoy y la industria de minería de Bitcoin ha logrado un progreso real en la adopción de energía renovable.
Se estima que el 52% de las operaciones de minería de Bitcoin a nivel global ahora utilizan fuentes renovables, un aumento del 39% en 2021. Eso es un gran salto. Pero incluso con energía más limpia, el proceso de minería de Bitcoin aún consume electricidad, y su huella ambiental general sigue siendo masiva.
Esto mantiene vivo el argumento de sostenibilidad de Tesla, incluso si empieza a parecer obsoleto. Pero aquí está el giro: mientras Tesla desechó los pagos en Bitcoin, nunca abandonó Bitcoin en sí. La compañía ha mantenido su reserva de criptomonedas todo el tiempo. Y esa apuesta ha valido la pena a lo grande.
La fortuna de Bitcoin de Tesla y sus movimientos estratégicos
Poco después de la primera compra, Tesla vendió el 10% de su Bitcoin, embolsándose $101 millones en ganancias. Para 2022, Tesla deshizo otro 75% de sus tenencias, obteniendo $936 millones. Elon dijo más tarde que estas ventas eran para "probar la liquidez de Bitcoin", pero muchos las vieron como salidas bien cronometradas durante el mercado alcista de Bitcoin.
En este momento, Tesla todavía posee 11,630 Bitcoins. Elon no ha descartado aceptar pagos en criptomonedas nuevamente, pero ha dejado claro que Tesla solo lo hará si la minería se vuelve más sostenible. Financieramente, es difícil discutir con los resultados.
Las tenencias de Bitcoin de Tesla han aumentado de valor, y la compañía está prosperando en otros lugares. Justo la semana pasada, las acciones de Tesla alcanzaron un máximo histórico de $424.77, impulsadas por el optimismo de Wall Street, las conexiones políticas de Elon y el mercado alcista global.
La influencia de Elon y el comodín político
Hablando de política, la creciente influencia de Elon en Washington podría reescribir completamente la narrativa cripto de Tesla.
Después de gastar $277 millones para apoyar la campaña presidencial de Donald Trump, el excéntrico multimillonario es ahora amigo cercano del presidente y está listo para liderar el Departamento de Eficiencia Gubernamental bajo la administración entrante.
Este papel le da un peso significativo sobre las regulaciones federales, incluidas las relacionadas con criptomonedas y vehículos autónomos. Una administración pro-cripto significa regulaciones más laxas y una adopción más generalizada, lo que beneficiaría tanto a Tesla como a sus tenencias de Bitcoin.
Los analistas ven la maniobra política de Elon como un movimiento estratégico para posicionar a Tesla para futuras ganancias, tanto a través de políticas amigables con las criptomonedas como de procesos de aprobación más rápidos para la tecnología de vehículos eléctricos de Tesla.
De cualquier manera, esta es una gran oportunidad para que la compañía vuelva a entrar. El propio Trump ha prometido no hacer nada que pudiera hacer caer a Bitcoin, y Tesla ya no está en una posición financiera precaria. Elon podría querer elevar su confianza un poco más.