Una tristeza y una alegría son la vida, un ascenso y una caída son el destino, un dolor y un dulce son la vida, un día y una noche son los días. La vida es tuya, no debes preocuparte demasiado por la opinión de los demás, ellos no pueden vivir tu vida por ti, las opiniones pueden ser consultadas, pero nunca debes tenerlas en cuenta en todo. Cada persona habla y actúa según su propio interés, sus propias preferencias y su propio estado de ánimo. Si escuchas, crees y te lo tomas a pecho, ¿cómo vas a vivir? La forma más estúpida de vivir es dejar que una sola palabra de otra persona te quite la alegría de un día.
No alegrarse por las cosas, ni entristecerse por uno mismo. Este estado es demasiado alto, no es algo que la gente común pueda alcanzar, pero al menos podemos lograr tratar las palabras de los demás como un susurro al oído, ¿verdad? La brisa de la mañana despierta a la gente, todo se guarda en el corazón; algunas cosas son solo para escuchar, algunas personas son solo para sonreír, lo que pasó, se olvidó. Diez millas de brisa primaveral no son comparables a agradarte a ti mismo. Tú eres el dueño de tu vida, los demás son solo pasajeros. Permite que todo suceda, permite que todo esté en su lugar, y también permite que todo esté fuera de lugar; permite que todo siga su curso, y también permite que todo no salga como deseas. No te subestimes, solo hay un sol en el cielo, tú también eres el único en el mundo, tu luz puede que no ilumine a los demás, pero definitivamente debes calentar a ti mismo…