El Consejo de la Ciudad de Vancouver introdujo una moción destinada a adoptar la criptomoneda, aprobando la propuesta progresista presentada por el alcalde Ken Sim para investigar tácticas centradas en fortalecer el paisaje financiero de la ciudad a través de nuevas reservas basadas en blockchain.

El once de diciembre del año 2024, el consejo votó a favor de la sugerencia de Sim de explorar opciones centradas en incorporar el activo digital dominante, Bitcoin, en estrategias monetarias, potencialmente acumulando esta moneda digital descentralizada en un esfuerzo por fortalecer las salvaguardias económicas. Esta determinación provocativa ha inflamado el discurso nacional en Canadá, ya que el liderazgo local desafía los marcos fiscales estándar al abrir la puerta a la criptografía como un posible remedio para garantizar la solvencia duradera.

La visión del alcalde Ken Sim: Bitcoin como un refugio financiero

El alcalde Ken Sim, quien ha promovido durante mucho tiempo a Vancouver como un centro de innovación y sostenibilidad, declaró audazmente que Bitcoin podría reforzar la resiliencia fiscal contra las presiones inflacionarias y la imprevisibilidad económica. En una conversación amplia con CBC, Sim describió vívidamente el movimiento estratégico como “prudentemente visionario” para una época en que las monedas tradicionales enfrentan una influencia fluctuante sobre el poder adquisitivo.

Para simbolizar su firme compromiso, el alcalde destinó $10,000 de sus propios activos en criptomonedas a las arcas municipales. “Esto señala el espíritu pionero de Vancouver en cuanto a la reforma financiera y la fiabilidad”, afirmó, mencionando que la propuesta fue cuidadosamente examinada por el auditor general de antemano.

Canada’s Bitcoin Hub? Vancouver Approves Motion to Become Crypto-FriendlyAnunciado en X

La moción aprobada instruye a los administradores de la ciudad a explorar el potencial de Bitcoin como una reserva estratégica. La investigación abarcará áreas clave como evaluar si es viable destinar parte de los ahorros de Vancouver a Bitcoin y permitir que se paguen impuestos y tarifas con criptomonedas. Esto se alinea con el presupuesto visionario de 2025 de la ciudad, que busca diversificar los recursos fiscales mientras preserva la responsabilidad.

Respaldo de expertos y preocupaciones ambientales

El consejo recibió un amplio respaldo de expertos financieros y técnicos en su decisión de aceptar Bitcoin. Victoria Lemieux, directora del Clúster de Investigación de Blockchain en la prestigiosa Universidad de Columbia Británica, describió la moción como “evidente por sí misma”. Elogió a Bitcoin por su valoración impulsada por la escasez, frecuentemente comparada con una forma electrónica de oro, y su potencial para actuar como un factor aislante contra la inflación.

Sin embargo, Lemieux también subrayó posibles dificultades, particularmente en relación con el impacto ambiental de la minería de Bitcoin. “Extraer nuevos BTC consumiría enormes cantidades de energía”, informó a los periodistas de CBC, reflejando problemas generalizados relacionados con la huella de carbono de las criptomonedas.

Los detractores argumentan que el mecanismo de verificación intensivo en energía de Bitcoin podría socavar los objetivos de sostenibilidad ambiental de Vancouver. Tanto críticos como defensores reconocieron la comprensión aún en desarrollo de las tecnologías blockchain y sus consecuencias en el mundo real, y muchas voces de ambos lados del debate abogaron por una mayor discusión y evaluación de riesgos y beneficios.

Barreras regulatorias: ¿Puede Bitcoin convertirse en un activo de reserva?

Una formidable barrera para que Vancouver logre sus ambiciones con Bitcoin radica en el marco legal de Canadá. La Ley del Banco de Canadá limita severamente qué activos financieros pueden retener los municipios, clasificando a las criptomonedas como demasiado precarias. Según la ley canadiense, Bitcoin es visto como una mercancía y no como un medio de cambio legal, lo que restringe su consideración en reservas monetarias formales.

Sin embargo, algunos visionarios perciben un potencial camino a seguir. Una cláusula dentro de la Ley del Banco de Canadá permite una reserva especial para compensar las fluctuaciones de valor. Aunque las criptomonedas no están expresamente incluidas, esta disposición insinúa cómo podrían ser adoptadas algún día, dada la legislación adaptativa.

La resolución de Vancouver podría, por lo tanto, servir como un catalizador para una discusión más amplia sobre la modernización de las reglas financieras del país para reflejar mejor las monedas digitales emergentes y el paisaje económico en rápida transformación. Adaptar las reglas representa oportunidades para prepararse estratégicamente para un futuro incierto.

El creciente atractivo de Bitcoin entre las ciudades

Vancouver ha explorado utilizar el prometedor potencial de Bitcoin como un recurso municipal estratégico, al igual que ciudades como Miami, progresista e innovadora, que han adoptado regulaciones amigables con la criptomoneda. Aceptar Bitcoin para impuestos e incluso compensar a los empleados con criptomonedas, la moción pionera del alcalde Sim posiciona a Vancouver como un líder innovador en todo Canadá al fomentar la novedad y abordar obstáculos fiscales a largo plazo.

“Desestimar los méritos de incorporar cuidadosamente BTC en nuestras reservas tácticas sería una gobernanza irresponsable”, señaló la propuesta. Los defensores creen que esta postura previsora podría ayudar a la ciudad a atraer empresas de blockchain, amplificando la inversión y fortaleciendo su reputación como un centro tecnológico progresista.

El camino por delante: un acto de equilibrio

La elección polémica del consejo ha suscitado optimismo, los escépticos permanecen vigilantes. Los problemas sobre el costo inestable de Bitcoin y la gobernanza poco clara persisten. Además, la transición a políticas fiscales basadas en Bitcoin requerirá una navegación prudente de obstáculos legítimos y operativos. Las autoridades de la ciudad deben considerar las posibles ventajas frente a los riesgos para confirmar que este movimiento se alinea con los objetivos fiscales y de longevidad de Vancouver.

Conclusión: ¿Un paso visionario o una apuesta arriesgada?

La audaz decisión de Vancouver de explorar la integración de Bitcoin es tanto ambiciosa como controvertida. Al desafiar los estándares financieros convencionales, la ciudad indica su disposición a ser pionera y adaptarse en un paisaje económico en rápida evolución. Sin embargo, el éxito de este esfuerzo dependerá de cambios regulatorios, evaluaciones de riesgos exhaustivas y respaldo público.

Si se ejecuta de manera reflexiva, Vancouver podría emerger como un líder en la adopción municipal de criptomonedas, estableciendo un precedente para otras ciudades en todo el mundo. Si este movimiento estabiliza el futuro financiero de Vancouver o lo expone a mayores riesgos está por verse, pero una cosa es clara: la ciudad ha entrado audazmente en la discusión sobre criptomonedas.

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