A menudo se considera que Ethereum es el pilar de la descentralización. Pero ¿y si te dijera que la descentralización de Ethereum es una ilusión? ¿Que existe un grupo de jugadores con un poder desproporcionado sobre su red?
Vayamos a los hechos:
El 75% de la validación se concentra en unos pocos apostadores gigantes: los intercambios centralizados como Binance, Coinbase y Kraken controlan una proporción significativa de los validadores. Esto significa que estas corporaciones tienen más voz y voto en la gobernanza de la red de lo que se podría pensar.
MEV (Miner Extractable Value) está corrompiendo el sistema: los grandes validadores maximizan sus ganancias explotando el arbitraje en las transacciones, mientras que los usuarios comunes pagan el precio. Es un sistema que beneficia a pocos y castiga a muchos.
La fusión ha aumentado el centralismo: desde que Ethereum migró a Proof of Stake, quien tenga más ETH tiene más poder. Esto crea una élite criptográfica donde los ricos se hacen más ricos.
¿Por qué esto importa?
Si las decisiones sobre la red Ethereum las toman los grandes actores, ¿cómo podemos confiar en que sirva a la descentralización? ¿Quién garantiza que estos validadores no serán presionados por los gobiernos, pirateados o motivados por intereses propios?
Ethereum, que debería ser la base de una Internet descentralizada, puede estar encaminándose hacia un control centralizado en manos de unos pocos.
¿Qué significa esto para 2024?
La concentración de las apuestas y el impacto del SEM explotarán como un problema mayor. Esto puede llevar a:
Fuerte regulación gubernamental.
Desconfianza en los contratos inteligentes sensibles.
La aparición de blockchains alternativas para competir con Ethereum.
Si es un entusiasta o inversor de Ethereum, debe preguntarse: ¿Quién tiene el control de la red en la que confía?
¿Crees que Ethereum todavía está verdaderamente descentralizado? Deja tu opinión en los comentarios. Mientras tanto, sigue nuestro análisis para descubrir cómo proteger tus activos en el mundo cripto.