Como gigante tecnológico global, la actitud conservadora de la junta directiva de Microsoft hacia el bitcoin es comprensible. Esto refleja que las empresas principales todavía actúan con cautela ante la alta volatilidad de las criptomonedas y la incertidumbre regulatoria. Sin embargo, esta lógica financiera tradicional no se aplica completamente a nivel nacional. Tomando como ejemplo a Rusia, en el contexto de la creciente hegemonía del dólar y los conflictos geopolíticos, el BTC, como moneda no soberana, se está convirtiendo gradualmente en una herramienta potencial para que algunos países se liberen de la dependencia del dólar.
Es aún más notable la declaración de Zhao Changpeng (CZ), fundador de Binance, en una conferencia en Abu Dabi el 9 de diciembre. Mencionó que China podría incluir el bitcoin en sus reservas de activos. Este punto de vista sin duda evoca la creciente posición de China en la economía global y su fuerte impulso hacia el yuan digital y la tecnología blockchain. Pero al mismo tiempo, antes de que Estados Unidos defina claramente su actitud hacia el BTC, las acciones reales de China pueden seguir siendo principalmente de espera.
En la competencia entre grandes potencias globales, algunos países pequeños podrían convertirse en pioneros en la reserva de bitcoin. Por ejemplo, El Salvador ya ha establecido el bitcoin como moneda de curso legal, y otras pequeñas economías también podrían aprovechar el BTC para lograr reservas de activos descentralizados, en respuesta a la insuficiencia de reservas de divisas y la presión inflacionaria del dólar. La exploración de estos países proporciona casos reales para la reserva de BTC a nivel mundial, al mismo tiempo que ofrece apoyo indirecto a individuos y empresas para participar en el ecosistema del bitcoin.
Actualmente, las diferentes elecciones estratégicas de países, empresas e individuos sobre el bitcoin son, en esencia, una gran prueba del futuro panorama financiero. Desde la perspectiva de la confrontación geopolítica o de la tendencia económica descentralizada, la posición del bitcoin ha ido superando gradualmente la categoría de activos de inversión tradicionales, convirtiéndose en el núcleo de la discusión sobre activos de reserva globales.
Para nosotros como individuos, prestar atención a las tendencias de los países y las elecciones empresariales, y aprovechar los beneficios de las políticas y las tendencias del mercado, es clave para lograr nuestro propio desarrollo. El bitcoin representa no solo un cambio en la forma de los activos, sino también una profunda transformación de la arquitectura financiera global. En esta revolución financiera, cada persona necesita encontrar su propia ubicación y objetivo.