Fuentes informadas revelan que Paul Atkins, el candidato nominado por Trump para la presidencia de la SEC, no está dispuesto a aceptar el cargo. Personas familiarizadas con los pensamientos de Atkins indican que el puesto no le resulta atractivo, ya que implica realizar una gran cantidad de trabajo para "revertir esta agencia obesa", y él considera que la mala gestión de la agencia es culpa del presidente saliente de la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU., Gary Gensler.
Atkins es el fundador y director ejecutivo de Patomak Global Partners, una firma de consultoría global enfocada en estrategia, gestión de riesgos y cumplimiento regulatorio. Patomak presta servicios a empresas de criptomonedas, pero estas son solo una pequeña parte de su negocio diversificado, que también incluye clientes de finanzas tradicionales, empresas que cotizan en bolsa, asociaciones industriales, firmas de abogados, bancos y compañías de seguros.
Insiders dicen que Paul Atkins no está dispuesto a abandonar su propia empresa, y asumir la presidencia de la SEC requeriría que renuncie a sus intereses comerciales; solo podría hacerlo si la empresa puede operar normalmente sin él.