Francia ha decidido hacer cambios en su sistema tributario y, esta vez, el bitcóin está en la mira. La última regulación del gobierno apunta a la llamada “riqueza improductiva”, una categoría que incluye activos como jets privados, yates, autos de lujo y, ahora, el bitcóin.
Según las autoridades francesas, se trata de cosas que no generan ingresos directamente. ¿Cuál es la lógica? Si no contribuyen a la economía ni crean flujo de caja, deberían gravarse más. Pero los analistas dicen que esto podría afectar duramente a los inversores de Bitcoin y ahuyentar la innovación en el espacio de las criptomonedas.
Cómo grava hoy Francia el Bitcoin
Francia no es ajena a la tributación de las criptomonedas. En 2019, el país implementó normas para gravar los activos digitales en virtud del artículo 150 VH bis del Código General Tributario. Si vives en Francia y obtienes más de 305 € de beneficio por la venta de bitcoins o cualquier otra criptomoneda en un año, debes pagar impuestos.
¿Por debajo de 305 €? No tienes que pagar nada, pero aún tienes que declarar todas las transacciones.
Así es como funciona: Francia utiliza un sistema de impuesto fijo para las ganancias de las criptomonedas. Eso significa que se aplica una tasa impositiva combinada del 30 %. Se desglosa en un 12,8 % para el impuesto sobre la renta y un 17,2 % para las contribuciones a la seguridad social. Suena bastante simple, ¿verdad? No tan rápido.
En 2023, Francia añadió una escala impositiva progresiva a la combinación. A partir del año fiscal 2023 (que se informará en 2024), las personas en los tramos impositivos más bajos (aquellos que ganan menos de 27.478 €) obtendrán una pequeña reducción. Pagarán un máximo del 28,2 %, en comparación con el 30 % habitual.
Pero no se trata solo de cuánto pagas, sino también de lo que tienes que declarar. Debes declarar todas las cuentas de criptomonedas que tengas fuera de Francia. Y seamos sinceros, la mayoría de las plataformas de intercambio de criptomonedas no tienen su sede en París.
El proceso de declaración implica completar el formulario Cerfa 3916-bis junto con la declaración anual de la renta. Si no cumples este paso, te expondrás a sanciones de 750 € por cada cuenta no declarada, o de 1.500 € si el valor de la cuenta supera los 50.000 €.
El diablo está en los detalles
Aquí es donde las cosas se complican aún más. No todas las transacciones de criptomonedas están sujetas a impuestos en Francia, como ocurre con los intercambios entre criptomonedas. Esta excepción puede parecer una laguna jurídica, pero en realidad es una forma de fomentar la diversificación de la cartera sin castigar a los inversores cada vez que realizan un movimiento en el mercado.
Aun así, cada transacción imponible debe registrarse y declararse meticulosamente. Las autoridades fiscales francesas pueden auditar los registros durante un máximo de tres años, o hasta diez si sospechan de fraude o de actividad no declarada.
Los ingresos provenientes de staking, préstamos o masternodes están sujetos a impuestos y deben declararse. Lo mismo ocurre con las ganancias de capital provenientes de la venta de activos como NFT o la participación en fondos de liquidez.
Si no declara sus ganancias imponibles, podría enfrentarse a sanciones que van desde el 10% hasta el 80% del importe no declarado. En caso de evasión fiscal intencionada, las consecuencias son aún mayores: multas de hasta 3 millones de euros y una posible pena de prisión de siete años.
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