El presidente electo Donald Trump ha aumentado las tensiones con las naciones BRICS—Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, junto con miembros más recientes como Irán y Egipto—al amenazar con tarifas del 100% en sus exportaciones a EE. UU. si proceden con planes para crear una moneda que desafíe el dominio global del dólar estadounidense. La advertencia de Trump subraya la intención de su administración de mantener el papel central del dólar en el comercio internacional, etiquetando cualquier esfuerzo por reemplazarlo como inaceptable. Su declaración en Truth Social declaró que los países que intenten abandonar el dólar "deberían decir adiós a América", enfatizando las posibles consecuencias económicas de desafiar las expectativas de EE. UU.
El movimiento se produce a medida que las naciones BRICS discuten cada vez más la reducción de la dependencia del dólar, un tema que ganó impulso tras las sanciones de EE. UU. a Rusia en 2022. Sin embargo, las amenazas de Trump han generado reacciones mixtas. Los partidarios las ven como un movimiento táctico para asegurar acuerdos comerciales más fuertes, mientras que los críticos advierten que podrían provocar una respuesta unida de BRICS, lo que podría llevar a una guerra comercial dañina. Los economistas también han señalado los riesgos de alienar a socios comerciales importantes, particularmente a medida que el panorama económico global se desplaza hacia alianzas multipolares.