Corea del Sur pretende reforzar su apoyo financiero a los fabricantes locales de chips el próximo año, en un esfuerzo por apoyar a este sector frente a políticas potencialmente desfavorables de la administración del recién elegido presidente estadounidense, Donald Trump, además de la creciente competencia de las empresas chinas.
El Ministerio de Finanzas de Corea del Sur anunció, en un comunicado el miércoles, que el apoyo financiero -que incluirá préstamos, seguros y garantías proporcionadas por instituciones estatales- alcanzará los 14,3 billones de wones (10.200 millones de dólares) el próximo año, como parte de las políticas en curso para estimular el sector.
También indicó un plan para cubrir una "gran parte" del coste de 1,8 billones de wones que supone enterrar cables eléctricos bajo tierra en los centros de fabricación de chips al sur de la capital, Seúl.
En julio, Corea del Sur lanzó un paquete de ayuda por valor de 26 billones de wones, parte del cual se destinará al paquete de apoyo previsto para el próximo año.
Además, el gobierno planea aumentar la tasa de crédito fiscal para las empresas que operan en el sector de semiconductores en 10 puntos porcentuales y establecer un centro nacional de "computación de IA" por valor de 4 billones de wones para 2030.
Los desafíos de “Trump” que enfrentan los chips coreanos
Corea del Sur está intensificando sus esfuerzos para impulsar el sector, considerado el "núcleo económico" del país, en medio de las promesas de Trump de apoyar la fabricación nacional en Estados Unidos y reducir la dependencia de las cadenas de suministro extranjeras.
Si bien el estado continuó brindando apoyo financiero a las empresas fabricantes de chips, la elección de Trump fue un incentivo para acelerar la protección del crecimiento de este sector vital.

En su comunicado, el ministerio confirmó que existen posibilidades de una creciente incertidumbre económica tras la nueva administración estadounidense, a pesar de la posibilidad de beneficiar las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Sur en áreas como la defensa y la construcción naval.
En el mismo contexto, Samsung Electronics, la mayor empresa surcoreana, está trabajando para construir una fábrica de semiconductores en el estado estadounidense de Texas, con el apoyo de fondos dentro de la “Ley de Chips y Ciencia” aprobada por la administración del presidente Joe Biden, un programa que enfrentó... Repetidas críticas de Trump durante su campaña electoral.
Feroz competencia de China
Corea del Sur también enfrenta una competencia cada vez mayor de China mientras busca impulsar su presencia en las cadenas de suministro globales, lo que podría llevar a Seúl a brindar apoyo adicional para mantener competitivas sus industrias tecnológicas, según el Ministerio de Finanzas.

El ministerio también señaló que las políticas cada vez más proteccionistas pueden afectar a la economía de Corea del Sur, que depende en gran medida del comercio.
Las exportaciones de tecnología representan aproximadamente un tercio de los envíos de Corea del Sur al exterior. Se espera que la economía del país crezca nada menos que un 2% este año en comparación con 2023, impulsada por la fuerte demanda de semiconductores, especialmente de chips de memoria utilizados en el desarrollo de tecnologías de inteligencia artificial.
Sin embargo, las perspectivas económicas para el próximo año parecen menos optimistas, especialmente con la disminución del ritmo de las exportaciones en los últimos meses. Los funcionarios también temen que Trump adopte posturas más duras con los socios comerciales de Estados Unidos una vez que asuma el cargo en enero.
Este contenido es de “East Economy” con “Bloomberg”