Cuando una persona está en un momento favorable, comienza a perder la calma. En ese momento, siente que el futuro está lleno de luz y alegría, como si nadie pudiera detenerlo.
Sin embargo, a menudo el cielo no siempre se ajusta a lo que la gente desea; las personas tienen sus propios planes, y el cielo tiene sus propios planes. El cielo siempre empobrece constantemente a la clase media (los que tienen de sobra) a través de crisis, llevándolos a los niveles más bajos. Un nuevo ciclo ascendente cultiva a nuevas personas de clase media (para cubrir lo que falta). Este proceso se repite una y otra vez, mejorando la calidad general de la nación.
Hay que saber que el mercado tiene su propio mecanismo de ajuste, ciclos de euforia y recesión; solo debemos recordar acumular buena provisión de alimentos cuando hay carne para comer, y aprovechar las fluctuaciones del mercado durante las caídas para comprar más productos baratos.
Las flores y los aplausos hacen que la gente olvide que, al subir rápidamente, siempre hay un poco de descontrol, un poco de locura, olvidando las cosas más simples: seguir el plan, la seguridad es eficiencia, pensar en la dirección opuesta es hacer las cosas bien, la seguridad proviene de una vigilancia a largo plazo, los accidentes provienen de una parálisis momentánea.