"Ficticio" Sarao, esta no es una historia de superhéroes, sino una transacción que involucra 35 billones de dólares.
En 2010, un comerciante llamó la atención de los investigadores. Su historial operativo es muy inusual: más de 182.000 cancelaciones o modificaciones de órdenes pendientes, por un total de 35 billones de dólares. Este tipo de volumen de transacciones es simplemente asombroso.
La evidencia poco a poco apunta a un nombre: Sarao. Con sólo 30 años, parece normal, pero se sospecha que está directamente relacionado con el "Flash Crash" más famoso de la historia financiera mundial. Shane Stevenson, investigador de la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos de Estados Unidos (CFTC), se negó a revelar detalles y estaba decidido a descubrir la verdad.
La astucia puede volverse en contra
Sarlo estaba muy orgulloso en un momento, a menudo presumía de sus habilidades comerciales en correos electrónicos. Sus palabras llamaron la atención de los reguladores. Aunque nunca admitió haber utilizado medios de 'órdenes falsas', los investigadores encontraron muchas pistas en sus registros de comunicación. Las cosas comenzaron a aclararse poco a poco.
Investigación compleja
A pesar de haber encontrado algunas pruebas clave, las autoridades todavía enfrentan un dilema: ¿cómo demostrar que las transacciones de Sarlo llevaron directamente al 'colapso relámpago'? ¿Realmente puede la acción de una sola persona causar tales consecuencias en un mercado tan global?
De millonario a quebrado
Las técnicas de manipulación de Sarlo realmente le trajeron una gran riqueza, acumulando 70 millones de dólares. Sin embargo, la buena fortuna no duró mucho. Algunos llamados 'socios' le lanzaron el cebo de 'inversiones libres de impuestos', afirmando que podrían ayudarle a evadir impuestos y aumentar su riqueza. Se sumergió en estos fraudes y terminó siendo estafado. Desde esquemas Ponzi hasta fraudes con criptomonedas, su dinero pronto desapareció sin dejar rastro, terminando en la bancarrota.
La confesión con giros inesperados
Frente a la bancarrota y los cargos, Sarlo finalmente eligió rendirse y confesar. Admitió los cargos de 'fraude telecomunicacional' y 'órdenes falsas', y se comprometió a cooperar con la investigación del FBI. A cambio, se convirtió en un informante, ayudando a las autoridades a desentrañar más sobre el control del mercado. Sarlo incluso demostró sus técnicas en operaciones reales, lo que permitió a los investigadores comprender más claramente su patrón de manipulación.
La controversia continúa
Después de que el caso salió a la luz, la opinión pública se dividió en dos facciones:
Una parte de la gente cree que Sarlo es solo un chivo expiatorio sacado por grandes instituciones financieras. Ellos creen que detrás de este 'colapso relámpago' hay fuerzas mayores controlando.
Otra parte de la gente está convencida de que Sarlo es un operador de primer nivel, cuya habilidad y audacia son suficientes para sacudir todo el mercado.
Cualquiera que sea la verdad, este joven que alguna vez controló transacciones por cientos de miles de millones de dólares, ahora se ve obligado a convertirse en un informante.
¿Creerás en la respuesta final de este gran caso financiero?