Una billetera de Bitcoin consta de dos claves:

La clave privada es como la contraseña principal que permite gestionar los fondos. No se debe mostrar a nadie. La clave pública es como el número de una tarjeta bancaria. Se necesita para que te puedan enviar dinero, pero por sí sola no abre nada.

La clave privada es simplemente un número aleatorio muy largo. A partir de ella, mediante matemáticas complejas, se crea la clave pública y luego tu dirección de Bitcoin. Pero el proceso funciona solo en una dirección: no es posible averiguar la clave privada a partir de la dirección.

¿Es posible adivinar la clave privada?

Imagina que la clave privada es un candado de combinación con 256 ruedas giratorias, y en cada una hay 10 números. Para abrir el candado, necesitas adivinar todos los 256 números. El número total de combinaciones es tan enorme que:

Si cada persona en la Tierra (aproximadamente 8 mil millones) tuviera una supercomputadora. Cada una de estas computadoras probaría miles de millones de claves cada segundo. Y trabajarían juntas durante tanto tiempo como existe el universo (13 mil millones de años). Aún así, no podrían verificar ni una pequeña parte de las posibles combinaciones.

¿Y si tienes suerte al azar?

La probabilidad de adivinar aleatoriamente una clave privada es aproximadamente la misma que:

  • Señalar con un dedo un átomo específico entre todos los átomos del universo.

  • O ganar la lotería mil millones de veces seguidas.

Encontrar aleatoriamente la clave privada de alguien o adivinarla es imposible. El espacio de opciones es tan grande que toda la potencia de la humanidad no podría enfrentar esta tarea ni siquiera durante todo el tiempo de existencia del universo. Eso es lo que hace que Bitcoin sea seguro.