En 2011, el desarrollador de software Stefan Thomas ganó 7002 bitcoins por producir un video explicativo sobre Bitcoin. En ese momento, la moneda digital valía solo unos pocos dólares. Para proteger su criptomoneda recién adquirida, Stefan la almacenó en un IronKey, una billetera de hardware ultrasegura, y creó una contraseña que creía que sería inolvidable. Desafortunadamente, esa contraseña se le ha olvidado desde entonces.
El dispositivo IronKey viene con una protección implacable: después de 10 intentos incorrectos, los datos que contiene quedan encriptados de forma permanente, lo que hace que la billetera sea inaccesible para siempre. Stefan ya lo ha intentado ocho veces sin éxito, lo que le deja solo dos oportunidades para desbloquear su fortuna, que ahora está valuada en alrededor de 250 millones de dólares.
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Con el paso de los años, el valor de Bitcoin ha aumentado drásticamente. En 2017, alcanzó los 20.000 dólares por moneda, lo que convirtió las posesiones de Stefan en 140 millones de dólares. En 2021, el valor se disparó a 60.000 dólares por moneda, lo que aumentó su intocable fortuna a más de 400 millones de dólares en su punto máximo. A pesar de los esfuerzos desesperados, que incluyeron consultar a especialistas en recuperación de datos, someterse a hipnosis y revisar archivos antiguos, Stefan no ha podido recordar la contraseña. Ahora, con solo dos intentos restantes, ha decidido abandonar la búsqueda, temiendo la pérdida permanente de sus posesiones.
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En lugar de detenerse en la desgracia, Stefan ha cambiado su perspectiva y ha hecho hincapié en la importancia de centrarse en lo que se tiene en lugar de en lo que se pierde. Su historia sirve como advertencia para los inversores en criptomonedas de todo el mundo: siempre hay que hacer copias de seguridad de las claves privadas de forma segura, utilizar contraseñas que se puedan recuperar de forma fiable y diversificar los métodos de almacenamiento para reducir el riesgo.
Ante una situación así, ¿correría el riesgo de volver a adivinar o dejaría la fortuna encerrada para siempre? Para Stefan, la elección es un recordatorio de que en el mundo de las criptomonedas, la seguridad y la accesibilidad deben ir de la mano.
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