Bitcoin reanudó su ascenso hacia los $100,000 ante señales de que los candidatos favorables a las criptomonedas probablemente darán forma a las reglas financieras de Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump.
El miércoles, el bitcóin registró su mayor subida en más de dos semanas, alcanzando los 97.361 dólares antes de asentarse en los 95.500 dólares a las 5:45 a. m. del jueves en Londres. El aumento de la confianza se produjo cuando los defensores de las criptomonedas surgieron como los principales contendientes para liderar la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC).
El presidente electo se ha comprometido a revertir la ofensiva contra los activos digitales impuesta por la administración Biden, con el objetivo de estimular el crecimiento de la industria mediante la introducción de iniciativas como una reserva nacional de Bitcoin. Estos compromisos provocaron una ola de optimismo, impulsando a Bitcoin cerca de la marca récord de $ 100,000 la semana pasada. Sin embargo, desde entonces los comerciantes han adoptado un enfoque más cauteloso, a la espera de acciones tangibles para cumplir estas promesas.
Según fuentes familiarizadas con el asunto, el defensor de las criptomonedas Paul Atkins se ha convertido en uno de los principales candidatos para suceder a Gary Gensler como presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC). Gensler, conocido por sus agresivas medidas de cumplimiento dirigidas a supuestos incumplimientos y prácticas riesgosas en el sector de los activos digitales, se ha convertido en una figura polarizadora dentro de la industria de las criptomonedas.
Al mismo tiempo, se espera que la mayoría de los candidatos potenciales para dirigir la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC) adopten una postura más favorable a las criptomonedas. Este cambio en el sentimiento de liderazgo se produce en un momento en que el mercado de criptomonedas ha sumado aproximadamente 1 billón de dólares en valor desde la victoria de Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos el 5 de noviembre, lo que alimenta el optimismo sobre un entorno regulatorio más favorable para los activos digitales.