Nota: Esta es una analogía del Autor y no garantiza ni articula ninguna predicción en tiempo real.

¡Cuidado con Bitcoin! Un cripto multimillonario, Michael Novogratz, dijo esto en una entrevista con Bloomberg. Según el experto, el escenario es real.

Por supuesto que sí. Si esto realmente sucede, comenzará una reacción en cadena: todos se apresuraran a comprar Bitcoin y crecerá a valores indecentes.

Mientras el crecimiento continúa, Estados Unidos estará saliendo lentamente del mercado, por así decirlo, “de manera escalonada”, así reduciendo su exorbitante deuda nacional, vendiendo “aire”, es decir, Bitcoin, y recibiendo dinero real a cambio.

Solo después de que la carrera especulativa disminuya, aquellos que ingresen al mercado en el pico probablemente se quedarán con “envoltorios” digitales caros y la realización de que el juego estratégico fue ganado por otra persona.

Además, si imaginamos hipotéticamente que todos los bitcoins serán comprados, surgirá un paradoja: en lugar de una herramienta para salir del control de bancos y reguladores, obtendremos un activo que, de hecho, será nuevamente controlado por grandes jugadores, solo bajo nuevos nombres.

En general, la idea de una acumulación nacional de bitcoin es atractiva para ciertos círculos, pero en realidad esta carrera se vuelve en contra de la misma idea de la criptomoneda como un activo descentralizado disponible para el usuario masivo.

¿Y a quién vender bitcoin si el precio alcanza un millón de dólares?

Imaginemos que los estados crean un déficit que infla el costo de un bitcoin a un millón de dólares. Entonces el aumento de precio a precios obscenos automáticamente reducirá el círculo de compradores. ¿Quién es realmente capaz de comprar bitcoin a tales precios? ¿Ciudadanos comunes?

Dado que los estados comprarán bitcoin con un objetivo: protegerse de la inflación, entonces con sus propias manos se meterán en una "jaula dorada" en la que no habrá lugar para compradores que sean capaces de seguir apoyando el precio del mercado. Como resultado, el mercado se cerrará en un pequeño número de grandes “tenedores”, y el activo se convertirá en peso muerto, es decir, bienes ilíquidos.

La iliquidez se expresará en el hecho de que tan pronto como uno de los grandes jugadores quiera vender sus bitcoins, será necesario encontrar a alguien que les compre estos bitcoins. Resulta ser un círculo vicioso.

Además, tan pronto como bitcoin se convierta en el objeto de diversificación a nivel estatal, la gente empezará a buscar una alternativa. Es decir, en lugar de una moneda “popular”, obtendremos “oro digital” con un alto umbral de entrada, desconectado de las tareas de la economía real y de las necesidades humanas.

¿El resultado? Los intentos de “capturar” bitcoin inevitablemente socavarán su esencia y lo harán poco rentable para todos los participantes, excepto para un círculo reducido de grandes jugadores, que para ese momento ya estarán, como se dice, “fuera del mercado”.


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