La medida de inflación preferida de la Reserva Federal, el índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE), aumentó un 2.3% interanual en octubre, alineándose perfectamente con las expectativas del mercado. La inflación mensual aumentó un 0.2%, según datos publicados el miércoles por la Oficina de Análisis Económico (BEA).

A pesar de alcanzar las previsiones, estos números reflejan la negativa de la inflación a ceder ante el objetivo del 2% de la Fed, un escenario frustrante para los responsables de políticas. El PCE básico, que excluye alimentos y energía para obtener una imagen más clara, aumentó un 2.8% desde octubre de 2023 y un 0.3% mes a mes, también cumpliendo con las predicciones.

El gasto del consumidor ajustado por inflación apenas se movió, aumentando solo un 0.1% después de la revisión al alza del 0.5% en septiembre. Estos números dicen una cosa: la inflación no se está retirando lo suficientemente rápido como para que nadie en la Reserva Federal se relaje.

Los servicios impulsan el aumento de la inflación

¿La historia destacada aquí? Los servicios están haciendo el trabajo pesado para la inflación. Los precios de los servicios básicos, excluyendo la vivienda y la energía, aumentaron un 0.4% el mes pasado, su mayor aumento desde marzo. Mientras tanto, los precios de los bienes se mantuvieron estables, mostrando cero movimiento, y los precios de la energía cayeron un 0.1%. ¿La comida? No hay mucho movimiento allí tampoco.

En una base anualizada de tres meses, el PCE básico aumentó un 2.8%, pintando un cuadro consistente de inflación que simplemente no se va. Los economistas se basan en esta cifra de tres meses para obtener una mejor claridad sobre las tendencias de inflación, y en este momento, está claro que los precios no están disminuyendo como la Fed esperaba cuando comenzaron su serie de aumentos de tasas.

La obsesión de la Fed con el PCE no es aleatoria. Este índice les proporciona una visión global de la inflación porque ajusta el comportamiento del consumidor: cosas como cambiar a marcas más baratas o reducir el consumo por completo cuando los precios suben. Los datos muestran que la inflación básica se mantiene en niveles más altos, a pesar de meses de aumentos de tasas destinados a aplastarla de nuevo al 2%.

El gasto se mantiene estable, pero persisten los desafíos

Los números de gasto del consumidor de octubre, aunque no son dramáticos, revelan algunas grietas en la imagen. El gasto real del consumidor aumentó un 0.1%, sin alcanzar la previsión del 0.2%. Sin ajustar por inflación, el gasto subió un 0.4%, igualando las predicciones.

Los ingresos personales saltaron un 0.6%, muy por encima del 0.3% que los analistas habían estimado. Sin embargo, a pesar de este crecimiento en los ingresos, los estadounidenses están ahorrando menos. La tasa de ahorro personal cayó al 4.4%, el nivel más bajo desde principios de 2023.

Hablando en términos generales, la economía sigue avanzando. El crecimiento del producto interno bruto (PIB) fue del 2.8% en el tercer trimestre, según un informe gubernamental separado. No se hicieron revisiones a esta cifra, y está claro que el saludable gasto de los hogares y las empresas ha sido un gran impulsor de este impulso.

Pero no dejes que estos sólidos números del PIB te engañen. Bajo la superficie, la inflación sigue siendo un problema. Los miembros de la Fed claramente no tienen prisa por recortar tasas, especialmente cuando el mercado laboral sigue siendo ajustado y la economía sigue mostrando resiliencia.

Incertidumbre política y reacciones del mercado

La historia de la inflación no se detiene en los números. La agenda económica del presidente electo Donald Trump podría agitar aún más las cosas. Empresas como Stanley Black & Decker ya están hablando de aumentar los precios el próximo año, preparándose para posibles aranceles más altos bajo las políticas de Trump.

Las reacciones del mercado al informe fueron mixtas. El Promedio Industrial Dow Jones subió alrededor de 100 puntos después de que se publicaran los datos, pero el S&P 500 y el Nasdaq Composite cayeron a la zona roja. Los rendimientos del Tesoro cayeron mientras los comerciantes recalibraban sus expectativas.

Apostando por el próximo movimiento de la Fed, los inversores mostraron una creciente confianza en que el banco central podría recortar las tasas nuevamente en diciembre. Las probabilidades de un recorte de un cuarto de punto saltaron al 66% después de que salieran los datos, según la herramienta FedWatch del CME Group. Bitcoin y el mercado de criptomonedas en general permanecen consolidados.

Aún así, el optimismo de los comerciantes choca con la realidad. La inflación, aunque más fría que su pico del 7.2% en junio de 2022, sigue siendo una espina para los hogares. Las familias de bajos ingresos, en particular, están soportando el peso de los precios más altos, incluso cuando los salarios crecen.

Los costos de vivienda se niegan a enfriarse. En octubre, los precios relacionados con la vivienda aumentaron un 0.4%, desafiando las expectativas de que el crecimiento del alquiler disminuiría la carga. Esta persistente inflación en la vivienda es un factor clave por el cual la inflación general sigue siendo obstinadamente alta.

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