$BTC “¡Si hubiera comprado Bitcoin en 2008, ya estaría viviendo en mi isla privada!” Esta es una de las fantasías más engañosas a las que las personas se aferran. Desglosemos esto: imagina que realmente compraste Bitcoin en 2008. Para 2014, te diste cuenta de que su valor había aumentado a alrededor de $300. Sé honesto: ¿lo habrías mantenido? Lo más probable es que lo hubieras vendido, pensando: “¡Vaya, ahora puedo permitirme algo emocionante!” Esa mentalidad persiste hoy en día.

La gente a menudo dice: “¡Si hubiera invertido en ese entonces, ahora sería rico!” Pero aquí está la verdad: Bitcoin por sí solo no te hará rico. De hecho, no se supone que lo haga. El problema no es el precio de Bitcoin ni su exclusividad; es la alfabetización financiera. Frases como “Bitcoin es solo para grandes jugadores” o “Es demasiado tarde para invertir ahora” son solo excusas que enmascaran una falta de comprensión.

El verdadero desafío es saber cómo gestionar tu dinero. El comercio a corto plazo puede crear la ilusión de ganancias rápidas, pero sin el conocimiento y la disciplina para manejar la volatilidad, esas ganancias pueden desaparecer tan rápido como llegaron. Y luego vienen los arrepentimientos: “Si tan solo hubiera mantenido más tiempo... Si tan solo no hubiera vendido... Si tan solo supiera qué hacer.”

La clave es enfocarse en la estrategia en lugar de perseguir números altos. Comienza dividiendo tus finanzas en dos partes: una porción debe permanecer intacta como tu red de seguridad, mientras que la otra es la cantidad que estás dispuesto a arriesgar en el comercio. Este enfoque mantiene las emociones bajo control y te ayuda a construir un crecimiento sostenible en lugar de perseguir sueños efímeros.