A la hora local del 25 de noviembre, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que impondrá un arancel del 25% a todos los productos que ingresen a Estados Unidos desde México y Canadá. Además, Trump también anunció que se aplicará un arancel adicional del 10% a los productos chinos. El portavoz de la embajada china en Estados Unidos, Liu Pengyu, respondió en un comunicado a los medios diciendo que "en cuanto a la cuestión de los aranceles que Estados Unidos impone a China, la parte china cree que la esencia de la cooperación económica y comercial entre China y Estados Unidos es el beneficio mutuo y ganar-ganar, y que no habrá ganadores en una guerra comercial o una guerra de aranceles". (Jin Shi)