El cambio de cultura y contenidos en la red social X (antes Twitter) está provocando que millones de usuarios se pasen a la nueva plataforma Bluesky.
Desde que Elon Musk se hizo cargo de X, la red social ha experimentado un cambio significativo en cultura y contenido. Esto provocó el descontento de los usuarios, ya que había una creciente preocupación por la desinformación, el discurso de odio y los prejuicios políticos.
Bajo la propiedad de Musk, X ha sido criticado por convertirse en una herramienta de propaganda política, especialmente durante la campaña de reelección de Donald Trump. Esto genera escepticismo sobre el compromiso de neutralidad política que Musk ha asumido en el pasado, como cuando declaró en 2022: “Para que Twitter sea digno de la confianza del público, debe ser políticamente neutral”.
Muchos expertos incluso comparan X con "Truth Social de lujo", una referencia a la plataforma de redes sociales de extrema derecha de Trump. Los rumores sobre la posibilidad de que X se fusione con Truth Social han hecho que los usuarios estén aún más insatisfechos y busquen plataformas alternativas.
Bluesky, la red social descentralizada desarrollada por el ex director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, se está convirtiendo en un destino para quienes abandonan X. Con más de 16 millones de usuarios, Bluesky les permite personalizar su experiencia a través de auditorías de censura y feeds de contenido especializados.
Una de las características destacadas de Bluesky es su sistema de nombres de dominio personalizado, que proporciona una gran autenticidad a periodistas y figuras públicas. Además, un enfoque descentralizado ayuda a los usuarios a sentirse más seguros, especialmente cuando no están controlados por grandes corporaciones.
Con la mayor ola de abandono jamás vista, el futuro de X enfrenta muchas predicciones contradictorias. Algunos expertos creen que la plataforma podría colapsar por completo sin una reforma. Mientras tanto, otros creen que Musk podría cambiar de estrategia si la relación con Trump se deteriora.
También existe la preocupación de que X pueda convertirse en un campo de pruebas para las iniciativas de inteligencia artificial de Musk, lo que plantea riesgos para la privacidad y la extracción de datos. Esto plantea grandes interrogantes sobre el verdadero objetivo de Musk al poseer esta plataforma.