El presidente electo Donald Trump, al parecer, se está preparando para destituir al fiscal especial Jack Smith y a todo su equipo de investigación. Smith ha estado liderando las investigaciones sobre la participación de Trump en el ataque al Capitolio del 6 de enero y su manejo de documentos clasificados, ambas investigaciones que Trump ha calificado como "cacerías de brujas políticas".
Este movimiento subraya el compromiso de Trump de poner fin a lo que percibe como "justicia armada" en su contra. Si se lleva a cabo, podría aumentar las tensiones entre el poder ejecutivo y los fiscales federales, intensificando las batallas legales y políticas que rodean a Trump.
La destitución probablemente provocaría una controversia significativa, con críticos cuestionando la legalidad del movimiento y su posible impacto en la integridad del sistema de justicia.
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