En un artículo del Wall Street Journal (WSJ), el multimillonario Elon Musk dijo que trabajaría con el empresario Vivek Ramaswamy para centrarse en reducir las regulaciones federales e implementar reformas en la forma en que opera el sistema administrativo.
"Somos hombres de negocios, no políticos. Serviremos como voluntarios externos, no como funcionarios o empleados federales", informaron Musk y Ramaswamy al WSJ. Esta es la primera vez que los dos anuncian detalles de sus funciones al frente del Departamento. de Desempeño Gubernamental (DOGE).
DOGE está destinado a operar más como un grupo asesor que como un departamento formal. Este grupo creará una lista de regulaciones que el presidente Trump puede abolir unilateralmente.
"Cuando el presidente invalide miles de estas regulaciones, ciertamente habrá acusaciones de extralimitación del ejecutivo. De hecho, esto tiene como objetivo corregir extralimitaciones anteriores en las que las regulaciones se promulgaron sin la aprobación previa del Congreso", explicaron Musk y Ramaswamy. .
Los dos empresarios enfatizaron que recortar las regulaciones no sólo racionalizará el aparato administrativo sino que también allanará el camino para una reducción significativa del personal en las agencias federales y se fijaron el objetivo de recortar más de 500 mil millones de dólares en el gasto público.
Los recortes de gastos podrían incluir más financiación para la radiodifusión pública (radio, televisión) y la ayuda internacional.
Se espera que DOGE genere cambios en el gobierno federal, pero también enfrentará muchos obstáculos políticos, incluidos los republicanos, y desafíos legales.
Sin embargo, Musk y Ramaswamy parecen confiar en que el hecho de que la Corte Suprema 6-3 favorezca a los conservadores ayudará a avanzar en esta ambiciosa agenda.
"Con el apoyo de los votantes y una mayoría conservadora en el Tribunal Supremo, DOGE tiene una oportunidad histórica de reducir el tamaño del Gobierno federal", subrayaron los dos.
DOGE pretende completar su misión antes del 4 de julio de 2026, considerada la "fecha límite" del proyecto.
La creciente asociación del multimillonario Elon Musk con el presidente electo Donald Trump no solo ha creado esperanza sino que también ha generado preocupaciones sobre conflictos de intereses.
Este multimillonario nacido en Sudáfrica ha gastado más de 100 millones de dólares para apoyar la campaña electoral de Trump y aparece regularmente en mítines.
Pero la relación entre ambos, basada en personalidades fuertes y políticas a veces divergentes, podría enfrentar desafíos en lo que respecta a la realidad política.
Recientemente, Musk invitó a Trump a asistir a la prueba de vuelo de SpaceX, lo que demuestra la relación cada vez más estrecha entre las dos partes.
Sin embargo, dado que las empresas de Musk tienen que mantener relaciones con el gobierno de Estados Unidos y países extranjeros, este nuevo rol plantea dudas sobre la transparencia y la rendición de cuentas en las decisiones políticas.