A veces, un token no solo sube en los gráficos, sino que captura el momento. Hoy, OM es el que se roba la atención, con una ganancia del 39,72 %. Pero no se trata de otro pico más; es una historia de impulso, fe y momento perfecto.
Si observamos los gráficos, la nube de Ichimoku muestra a OM cómodamente por encima de las nubes, una clara señal de energía alcista. Los puntos del SAR parabólico debajo de las velas son como animadoras silenciosas que apoyan cada movimiento alcista. ¿Y el MACD? Está indicando que el impulso no se desacelerará en el corto plazo.
Pero luego está el RSI estocástico, que se encuentra alrededor de 77, insinuando suavemente que OM podría estar calentándose demasiado. Es ese momento en el que la emoción y la cautela se encuentran, y tenemos que decidir qué sigue.
Los niveles de soporte alrededor de $2,15 y $2,03 se mantienen estables, mientras que $2,75 se perfila como el próximo gran desafío.
La pregunta es: ¿OM seguirá adelante o se tomará un respiro antes de su próximo movimiento? La belleza de las criptomonedas es que siempre nos mantienen en vilo.
$OM