Un equipo de investigadores chinos logró reactivar con éxito los cerebros de cerdos experimentales una hora después de su muerte, lo que podría suponer un gran avance en la recuperación de la función cerebral humana tras un paro cardíaco. El objetivo del experimento, que traspasa los límites éticos y científicos, es ampliar el tiempo disponible para la reanimación y aumentar las posibilidades de supervivencia tras un paro cardíaco.
La investigación fue financiada por la Universidad Sun Yat-Sen de China y la Fundación Provincial de Guangdong para la Cooperación Internacional en Ciencia y Tecnología, y participaron en los experimentos 17 cerdos tibetanos. Los cerebros de los animales muertos fueron conectados a un complejo sistema de soporte vital que incluía un corazón y pulmones artificiales, y en algunos grupos experimentales también se integró un hígado en el sistema.
Según los investigadores, el hígado juega un papel clave en el éxito de la reanimación cerebral porque oxigena y asegura un flujo adecuado de nutrientes en el cuerpo.
Detalles de la investigación
Durante el experimento se examinaron las funciones cerebrales en dos grupos principales: un grupo estuvo expuesto a isquemia cerebral y hepática, mientras que el otro estuvo expuesto solo a isquemia cerebral. Los resultados mostraron que el grupo sin isquemia hepática sufrió menos daño cerebral, lo que indica que el estado del hígado tiene un efecto directo en la reanimación. En el sistema de soporte que contenía el hígado vivo, la actividad eléctrica del cerebro pudo restablecerse después de 50 minutos, y este estado restaurado se mantuvo durante 6 horas. La reanimación del cerebro con un sistema sin hígado también fue posible, pero la actividad duró poco tiempo.
Según la investigación, “un hígado funcional añadido a un sistema de perfusión cerebral normotérmico redujo significativamente el daño cerebral posterior a un paro cardíaco, aumentó la viabilidad neuronal y mejoró la actividad electrocortical”.
El papel del hígado en la recuperación de la función cerebral tras un paro cardíaco
Durante el desarrollo de las técnicas de reanimación cerebral, los científicos se dieron cuenta de que el funcionamiento del hígado puede desempeñar un papel clave. Si el hígado falta o está dañado, las posibilidades de supervivencia disminuyen, ya que el suministro de oxígeno a la sangre y la circulación de nutrientes en el cuerpo se ven significativamente obstaculizados. Los científicos que participaron en la investigación destacaron que el hígado es especialmente importante para minimizar las lesiones hipóxicas y anóxicas.
En la siguiente fase del experimento, los investigadores examinaron diferentes intervalos de tiempo para la reanimación: el cerebro se conectó al sistema suplementado por el hígado 30, 50, 60 y 240 minutos después de la muerte. El intervalo de 50 minutos resultó ser el más eficaz, lo que puede brindar una oportunidad para desarrollar sistemas de apoyo en el futuro que aumenten la tasa de supervivencia en caso de paro cardíaco.
¿Cruzando fronteras éticas o progreso científico?
Los resultados del experimento, publicados en la revista científica EMBO Molecular Medicine, provocaron inmediatamente un intenso debate. Aunque el experimento supone un avance significativo, también plantea serias cuestiones éticas. Los experimentos con animales, especialmente aquellos que implican situaciones dolorosas o potencialmente mortales, siempre son controvertidos. Sin embargo, los resultados obtenidos durante la investigación pueden dar esperanza a quienes desean opciones de rehabilitación después de un paro cardíaco.
Aunque actualmente es impensable realizar experimentos de este tipo en seres humanos, la comunidad científica investiga constantemente métodos de reanimación cerebral que pueden revolucionar las tecnologías de reanimación y rehabilitación a largo plazo.
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Enlace de origen
La publicación Es posible revivir el cerebro incluso una hora después de la muerte apareció por primera vez en CoinBuzzFeed.