Trump se ha acercado a los militares. Después de que Wang Ji tomó el control del gobierno, el Senado, la Cámara de Representantes y la Corte Suprema, comenzó a apuntar a los militares. Esta es la última pieza del rompecabezas para que Trump expanda su poder.
Primero, aunque el ejército está bajo el liderazgo del presidente en el panorama político estadounidense, tiene muchos controles y equilibrios y no puede ser fácilmente controlado por individuos.
En segundo lugar, la declaración mosaico del llamado "mapa de poder" ignora la separación de poderes y las limitaciones de las propias reglas del sistema militar estadounidense.
En tercer lugar, los acuerdos de personal del presidente para las fuerzas armadas a menudo requieren la participación del Congreso y otros partidos para su revisión, lo que dificulta lograr un control personal absoluto.
Cuarto, las acciones del ejército estadounidense se basan principalmente en juicios integrales sobre la estrategia nacional y las situaciones internacionales, más que en los deseos egoístas de un determinado líder.
Quinto, históricamente, la independencia y el profesionalismo de los militares siempre han sido garantías importantes para la estabilidad militar estadounidense.
Sexto, esta interpretación unilateral puede fácilmente engañar al público sobre la verdadera relación entre la política y el ejército en Estados Unidos.
En séptimo lugar, las interacciones políticas y militares de Estados Unidos deben analizarse objetivamente desde múltiples dimensiones para evitar juicios simplistas, emocionales y falsos. $PROS