Cuando Trump llegó al poder, el mercado se mostró generalmente optimista respecto a los activos de riesgo y, en consecuencia, los metales preciosos como el oro experimentaron una caída. Esta es una reacción normal. Actualmente, el mercado es muy optimista acerca de las acciones estadounidenses, y muchas personas están apostando en posiciones largas en las acciones estadounidenses con la esperanza de que la política de recortes de impuestos de Trump estimule aún más la economía. Sin embargo, a medida que el déficit fiscal se expande debido a los recortes de impuestos y se supera el techo de deuda pública, las presiones inflacionarias pueden resurgir. Para entonces, las propiedades de refugio seguro del oro volverán a ser favorecidas por el mercado y es probable que los precios vuelvan a subir bruscamente, similar a lo ocurrido en 2018 y 2019.
La clave está en si la lógica es correcta y si la tendencia del mercado está en línea con las expectativas. Para un activo como el oro, la paciencia es clave. Los inversores no tienen por qué estar ansiosos por lograr un éxito rápido, porque en el juego a largo plazo del mercado se sigue aplicando el principio de "el oro siempre brilla".
$