El ciudadano chino con doble nacionalidad, Daren Li, se declaró culpable de los cargos de lavado de 73 millones de dólares obtenidos a través de estafas criptográficas. Li ocultó el origen de los fondos abriendo cuentas bancarias en Estados Unidos a nombre de empresas falsas. El dinero de las víctimas se convirtió a Tether y se transfirió a billeteras controladas por Li y sus socios. Li podría enfrentarse a hasta 20 años de prisión en 2025 y tener que pagar una indemnización a las víctimas.