¿Qué impulsa el interés en los vehículos eléctricos en estos días? Es obvio, ¿verdad? Una mezcla de preocupaciones ambientales, incentivos financieros, avances tecnológicos, el cambio hacia la sostenibilidad y ese atractivo de alta gama. Bueno, tal vez. Pero la semana pasada, todo lo que se necesitó fue un hombre para sacudir esta industria, y ese hombre se llama Donald Trump.

Sin embargo, no fue todo el sector de vehículos eléctricos el que vio ganancias, sino una empresa en particular: Tesla. Después de la victoria electoral de Trump, las acciones de Tesla tuvieron su mejor semana en más de un año, con un aumento salvaje alimentado por el entusiasmo del mercado. La compañía aumentó un 32% durante la semana, cerrando a $321.22 por acción, llevando la capitalización de mercado de la compañía más allá de la marca de $1 billón por primera vez desde 2022.

Lo que es aún más impresionante es la pura concentración de riqueza en manos de un solo hombre: Elon Musk. El director de Tesla infló su valor neto en una asombrosa cifra de $52 mil millones en solo una semana. El hombre más rico del mundo ahora tiene una fortuna de $314 mil millones y es $84 mil millones más rico que el segundo más rico en la lista, el fundador de Amazon, Jeff Bezos.

Mientras tanto, la fortuna de Trump se estima en $6 mil millones, gracias en gran parte a sus participaciones en la empresa matriz de Truth Social, el Grupo de Medios y Tecnología Trump, así como a su cartera de bienes raíces y otros activos.

Tan sorprendente como es el valor neto actual de Musk, no es su mejor marca personal. A finales de 2021, su fortuna superaba los $330 mil millones cuando las acciones de Tesla se negociaban por encima de $400 cada una, aproximadamente un 27% más que los niveles actuales.

Entonces, ¿qué impulsa el repunte de Tesla después de las elecciones? La respuesta parece estar en los lazos entre Trump y Musk, con el CEO de Tesla emergiendo como uno de los más prominentes partidarios de Trump durante la campaña de 2024. Los dos también han discutido un posible papel para Musk en la administración Trump.

Si Musk podría realmente asumir un papel público está en el aire, dado su enorme imperio empresarial privado. Típicamente, los emprendedores que ingresan al gobierno necesitan deshacerse de sus activos para evitar conflictos de interés, pero las participaciones de Musk en Tesla, SpaceX y X son tan enormes que venderlas podría provocar ondas de choque en los mercados.

Está claro que es una calle de doble sentido aquí, con Trump llamando a Musk un “supergenio” y una “nueva estrella”. A una escala más amplia, el plan de Trump de imponer aranceles a las importaciones chinas podría significar problemas para los competidores extranjeros de vehículos eléctricos que intentan mantener sus ventas en el extranjero.

¿Son Trump y Musk el próximo dúo icónico? Solo el tiempo lo dirá, especialmente dado que su relación no siempre ha sido tan cálida.