Namada, tal como está hoy, comprende tres componentes interconectados que en conjunto apuntan a marcar el comienzo de una nueva era de privacidad en el ecosistema blockchain:
1. Protocolo Namada: Namada presenta un protocolo de código abierto, un software descargable y ejecutable, que está diseñado para facilitar la privacidad independiente de los activos y de múltiples cadenas. Sobre la base de protocolos anteriores, como Cosmos y Zcash, Namada se compromete a proporcionar funciones de privacidad de vanguardia, en particular pagos protegidos, a las redes blockchain existentes y de próxima generación y a sus activos asociados.
2. Token Namada: El protocolo Namada emite y gestiona el token Namada, un activo digital fungible y transferible. Este token se crea y distribuye estratégicamente para alinear los incentivos de los participantes de la red con el beneficio general del ecosistema. Además, los participantes de la red pueden utilizarlo como un mecanismo de obtención de preferencias para gobernar la red y su protocolo.
3. Red Namada: Más allá de los componentes técnicos, Namada es fundamentalmente una red de individuos y comunidades que comparten una misión común: cerrar la brecha entre los ámbitos público y privado de blockchain. El protocolo y el token Namada están concebidos para servir y empoderar a esta red para que haga realidad su visión.
La necesidad de Namada:
La privacidad en el mundo blockchain es un tema apremiante que no ha pasado desapercibido. Desde el lanzamiento de Zcash en 2016, varios participantes del ecosistema han estado trabajando diligentemente para mejorar las funciones de privacidad. Sin embargo, lograr la privacidad en el espacio criptográfico es un desafío ambicioso y todavía queda mucho trabajo por hacer. La mayoría de los activos y transacciones se realizan en cadenas de bloques públicas, lo que deja a la mayoría de los usuarios sin la privacidad adecuada. Además, muchas de las aplicaciones utilizadas para la colaboración diaria no se desarrollan teniendo en cuenta la privacidad como una consideración fundamental.
Para comprender la evolución de la privacidad en el ecosistema criptográfico, resulta útil categorizarla en tres eras:
1. Privacidad como activo: esta era comenzó con la llegada de Zcash, donde se introdujo la privacidad como un activo. Los usuarios tenían que elegir entre utilizar criptomonedas centradas en la privacidad como Zcash o utilizar otras criptomonedas sin funciones de privacidad. Faltaba interoperabilidad entre activos.
2. Privacidad como servicio: en la siguiente fase surgió la privacidad como servicio, ejemplificada por proyectos como Tornado Cash en Ethereum. En esta era, las cadenas de bloques se volvieron más interoperables, lo que permitió a los usuarios disfrutar de funciones de privacidad con sus activos existentes, pero la privacidad sigue siendo un bien escaso.
3. Privacidad por defecto: El objetivo final, la era de la privacidad por defecto, está en el futuro. Lograr esto requiere una fusión perfecta de privacidad e interoperabilidad, un objetivo que aún está fuera de alcance. Para que la privacidad se convierta en la opción predeterminada, el ecosistema necesita hacer avances significativos. La mayoría de las cadenas de bloques siguen siendo públicas y sólo una fracción de los activos ofrece privacidad. Zcash demostró que la privacidad en una cadena de bloques es factible, pero la implementación práctica para la mayoría de los usuarios de la cadena de bloques sigue siendo un desafío.
Esto nos lleva a la creación de Namada, que tiene una misión clara: construir un puente entre el mundo público y privado dentro del ecosistema blockchain. Namada tiene como objetivo llevar la privacidad a la vanguardia, proporcionando un servicio que se puede utilizar con activos existentes, avanzando así en la visión de que la privacidad se convierta en la opción predeterminada en el mundo de las criptomonedas. Namada, junto con proyectos como Tornado Cash, Penumbra y Nocturne, lidera este viaje continuo hacia la mejora de la privacidad en el espacio blockchain.
