En realidad, no hay necesidad de burlarse de los que están fuera del círculo, quienes ni siquiera saben de #Bitcoin y han perdido la oportunidad de enriquecerse. Ellos ven el gran incremento y solo pueden exclamarse, “oh, ya está en 70000, ya está en 75000”, y luego preguntan, “¿has ganado dinero?”. Así concluye un intercambio de saludos.
El verdadero dolor lo sienten aquellos dentro del círculo que han querido comprar innumerables veces, pero han dudado y no se han atrevido a hacerlo. Ellos ya han visto claramente la forma del código de la riqueza; coches lujosos y bellas mujeres están a la vista, pero por diversas razones han perdido la oportunidad: codicia, timidez, pánico.
Así, el gran aumento se convierte en un grano de arena en su plato, un cuchillo en su corazón, y no se sienten cómodos, hasta el punto de que cada día y noche posteriores reflexionan, imaginando si han perdido la única oportunidad de su vida, deseando poder retroceder diez años en el tiempo para apostar todo ese día.
Pero en realidad, estas personas nunca tendrán ese valor; incluso dentro de diez años, definitivamente no podrán levantarse de su situación.
La ignorancia de perder no merece lamento alguno; al menos pueden estar confundidos pero felices. El dolor de estar despierto es lo más aterrador y lo que más atormenta a las personas.