La plataforma de análisis de criptomonedas Dune ha lanzado un nuevo panel que mapea el alcance de los delitos cibernéticos relacionados con las criptomonedas, documentando más de 5.500 incidentes de hackeos, exploits y estafas de phishing en todo el ecosistema blockchain.
El “Panel de control de hackeos, exploits e ingeniería social” de la plataforma representa uno de los esfuerzos más exhaustivos realizados hasta el momento para cuantificar el crimen en el ámbito de las criptomonedas.
La herramienta rastrea aproximadamente 2.500 millones de dólares robados a usuarios de blockchain desde 2016, basándose en fuentes como Scamsniffer y Forta Network para compilar uno de los conjuntos de datos más amplios de la industria sobre fraude.
Dune, conocida por transformar datos de blockchain en paneles interactivos y accesibles, tiene como objetivo brindar transparencia y acceso abierto a los datos a cualquier persona interesada en los patrones de delitos criptográficos, desde expertos de la industria hasta usuarios generales.
“Queremos que los datos sean accesibles y abiertos a la comunidad”, afirmó Hannah Curtis, directora de productos de Dune.
El panel, explicó, está diseñado no solo para revelar la asombrosa escala de los delitos relacionados con la cadena de bloques, sino también para permitir que cualquiera pueda rastrear abiertamente el movimiento de los activos robados. A diferencia de muchas herramientas propietarias, la plataforma de Dune es de acceso totalmente abierto, lo que permite a los usuarios examinar tanto la fuente como la metodología de los datos.
Una de las características más llamativas del nuevo panel es su análisis del flujo de fondos, que revela dónde terminaron los fondos robados después de ser desviados de las víctimas. No es de extrañar que plataformas como Tornado Cash (el mezclador de criptomonedas autorizado por las autoridades estadounidenses) surjan como puntos finales importantes para estos fondos. Sin embargo, los protocolos de finanzas descentralizadas (DeFi) como Sushi, Yearn y Uniswap también se encuentran entre los destinos finales notables de los activos blanqueados.
Curtis señala que los datos del panel probablemente subestimen el alcance total de los delitos relacionados con las criptomonedas, y afirma que representan un “límite inferior” de los fondos perdidos. Aun así, el repositorio integral proporciona a los detectives de la cadena de bloques nuevos conocimientos sobre cómo se canalizan los fondos robados a través de varios canales.
“Si un estafador intenta retirar sus ganancias ilícitas o blanquear sus fondos, entonces sé que los exchanges quieren vigilar eso y asegurarse de que sus plataformas no se utilicen para esa actividad”, dijo Curtis.