"¡Es absolutamente absurdo que una institución financiada por los contribuyentes irrumpa en casa de alguien para ejecutar a las mascotas rescatadas!"
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Recientemente vi una noticia que me dejó indignado: una institución oficial financiada por los contribuyentes se atrevió a asaltar el hogar de un ciudadano solo para “legalmente” ejecutar a su mascota, a la que había rescatado con esfuerzo. Tal acción nos obliga a reflexionar, ¿es esta una institución que protege la vida o una máquina fría que opera bajo el nombre de “aplicación de la ley”?
Originalmente pensé que las instituciones financiadas por los contribuyentes se dedicarían a ayudar y proteger a los vulnerables, brindando calor y apoyo a los desamparados. Sin embargo, la realidad es que estos recursos se utilizan para llevar a cabo lo que llaman “aplicación de la ley”, atacando a seres que no tienen capacidad de defensa. Más ridículo aún, es que una vez que alguien alza la voz para condenar, se le etiqueta de “ultraderecha”, como si preocuparse por la existencia de la vida y la bondad humana fuera una posición errónea.
Lo que queremos de un “zoológico” no es una fría máquina de poder, sino una comunidad llena de calidez e inclusión. Aquí no hay ejecutores fríos, solo amor y respeto, cada vida merece ser tratada con ternura. Lo que necesitamos es una sociedad con calor humano, no un sistema que trata la vida como si fuera hierba.
RIP P‘Nut, que tu partida despierte la conciencia de más personas, y ojalá cada uno de nosotros pueda esforzarse juntos para crear un mundo ideal que realmente se preocupe por la vida, en lugar de un lugar absurdo reprimido por el poder y la frialdad.