Cuando escucho hablar de la moneda **EOS**, inmediatamente me viene a la mente la imagen de un proyecto revolucionario y gigante en el mundo de blockchain, pero a pesar de las altas expectativas, parece que EOS no logró todo lo que los comerciantes e inversores esperaban. Imagina que tienes un sistema que promete velocidades increíbles en la ejecución de transacciones y tarifas casi inexistentes, ¡como si fuera la esperanza de competir con un gigante como Ethereum! Esto es exactamente lo que estaba promocionando EOS cuando se lanzó.
Recuerdo que su lanzamiento fue sorprendente y el desarrollador *Block.one* recaudó alrededor de 4 mil millones de dólares con la IPO, un récord sin precedentes. En lugar de depender de una prueba de trabajo como Bitcoin, EOS se basó en la Prueba de participación delegada (DPoS), que se promovió como una innovación que ayudaría a reducir el consumo de energía y acelerar el rendimiento de la red.
Pero, ¿realmente EOS ha cumplido sus promesas? La verdad es que los desafíos fueron muchos. A pesar de toda esta enorme financiación, el proyecto enfrentó desafíos técnicos y organizativos que obstaculizaron su progreso, además de desacuerdos entre el equipo de EOS, la comunidad y los inversores que sintieron una falta de claridad en la visión. Hasta el punto que algunos empezaron a preguntarse: ¿Será una falla técnica? ¿O el problema sólo está relacionado con la mala gestión?
A pesar de ello, EOS todavía mantiene una posición en el mercado; El proyecto no está terminado, y han mostrado intenciones reales de intentar mejorar la red y sacarla adelante. Hoy miro EOS con cautela.$EOS