Por primera vez, la criptomoneda podría influir significativamente en el resultado de una elección presidencial en EE. UU. A medida que los activos digitales se vuelven más comunes, los inversores cripto están surgiendo como un bloque de votantes clave e influyente.
Entre el 7% y el 21% de los estadounidenses ahora poseen criptomonedas, lo que se traduce en entre 18 y 50 millones de votantes potenciales. Según una investigación de la plataforma de intercambio de criptomonedas Gemini, el 73% de estos propietarios de criptomonedas dicen que la postura de un candidato sobre las criptomonedas impactará directamente su voto.
Esta creciente influencia es especialmente notable en los estados clave. Organizaciones pro-cripto como Stand with Crypto, un Comité de Acción Política (PAC), están movilizando a "defensores de la cripto" en áreas críticas de batalla. De hecho, el número de votantes cripto en estados clave como Arizona y Georgia supera con creces el margen por el cual el presidente Biden ganó en 2020, subrayando su potencial para inclinar la balanza.
Patrick Gerhart, presidente de Operaciones Bancarias en Telcoin, enfatizó el poder de permanencia de los activos digitales, afirmando: “Cada vez más personas están adoptando monedas digitales cada año. La tecnología ha venido para quedarse, y los políticos necesitan entender las necesidades de estos votantes si quieren tener éxito."
La creciente influencia de la industria cripto ha llevado a esta a invertir fuertemente en la próxima elección. FairShake, un PAC pro-cripto respaldado por grandes actores como Coinbase y Ripple, ha recaudado más de $200 millones para apoyar a candidatos favorables a la industria. Con decisiones regulatorias en juego durante los próximos cuatro años, los riesgos para el futuro de los activos digitales son más altos que nunca.
"Una administración conocedora y pro-cripto podría dar forma positiva al panorama regulatorio," añadió Gerhart. "Esto beneficiaría no solo a los usuarios cotidianos, sino que también traería la claridad tan necesaria a los reguladores."
Los candidatos presidenciales ya están prestando atención. Donald Trump, una vez escéptico de la cripto, ahora está cortejando activamente a la industria, posicionándose como un líder pro-cripto. Ha prometido crear una reserva nacional de bitcoin y revertir regulaciones restrictivas. Trump incluso encabezó una importante conferencia de bitcoin, señalando su disposición a involucrarse con la comunidad cripto. Sin embargo, algunos cuestionan si cumplirá con estas promesas.
En contraste, la administración Biden-Harris ha sido percibida como en gran medida anti-cripto, con acciones regulatorias recientes y vetos a la legislación bipartidista sobre cripto que han dejado a muchos en la industria frustrados. Los críticos argumentan que esto ha fomentado un entorno regulatorio incierto, sofocando la innovación y causando que las empresas abandonen EE. UU.
"La administración Biden probablemente será recordada como una de las menos amigables con la cripto en la historia reciente," dijo Todd Ruoff, CEO de la red de datos descentralizada Autonomys. "La falta de directrices claras ha dificultado que la industria prospere."
La vicepresidenta Kamala Harris se ha involucrado con líderes cripto, pero aún no ha articulado una postura clara sobre cómo una administración Harris podría manejar la industria cripto. Esta incertidumbre ha dejado a muchos preguntándose qué podría significar un futuro bajo su liderazgo para los activos digitales.
"Trump ha adoptado un tono más favorable," añadió Ruoff. "Ninguno de los candidatos puede ser perfecto para la comunidad cripto, pero uno puede presentar menos desafíos que el otro."
Las elecciones de 2024 podrían marcar un punto de inflexión para la criptomoneda en la política de EE. UU. Los candidatos que abracen y comprendan el movimiento cripto podrían dar forma tanto al futuro de la industria como a sus legados políticos. Y aunque esta puede ser la primera vez que el voto cripto importa, ciertamente no será la última.
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