Es repugnante cómo las historias de delitos cibernéticos y violaciones de seguridad se han vuelto tan comunes. Sin embargo, un caso reciente ha dejado asombrados a la comunidad criptográfica y a las agencias encargadas de hacer cumplir la ley.

Un floridano de 20 años, Jordan Persad, fue sentenciado a 30 meses de cárcel por su papel en una sofisticada estafa de intercambio de SIM en criptomonedas por valor de un millón de dólares.

El desarrollo de esta historia, narrada por The Register, revela una red de intriga que abarca criptomonedas robadas, acceso no autorizado y el meticuloso plan de un grupo criminal para defraudar a víctimas inocentes.

Entre marzo de 2021 y septiembre de 2022, Persad, junto con sus cómplices, se embarcaron en una serie de ataques de intercambio de SIM, un método rara vez visto en estafas relacionadas con las criptomonedas.

En lugar de la secuencia habitual en la que los estafadores intentan secuestrar la tarjeta SIM de la víctima y luego obtener acceso a sus cuentas en línea, este grupo primero compró registros de acceso que contienen las credenciales de las direcciones de correo electrónico de las víctimas.

Una vez en posesión de estas credenciales, el grupo se hizo cargo de los números de teléfono celular de las víctimas y posteriormente obtuvo acceso no autorizado a sus cuentas de criptomonedas. Un caso sorprendente mencionado en el acuerdo de culpabilidad de Persad involucró el robo de 28.000 dólares en criptomonedas a un residente de Arizona.

La criptomoneda robada luego se dividió entre los co-conspiradores, y Persad se benefició personalmente de la asombrosa cantidad de 475.000 dólares del plan. En total, la banda logró defraudar a las víctimas por alrededor de 950.000 dólares. Tras su declaración de culpabilidad a principios de este año, se ordenó a Persad pagar 945.833 dólares en restitución.

Lo que hace que este caso sea particularmente único es el método de operación del grupo, que refleja las tácticas empleadas por un colectivo de cibercrimen conocido como Scattered Spider.

El viaje de Scattered Spider comenzó con intercambio de SIM y ataques de phishing, pero rápidamente escaló a actividades más siniestras, incluido ransomware y extorsión.

Ahora se sospecha que el grupo colabora con un equipo de ransomware como servicio llamado BlackCat y, a principios de este año, se atribuyeron la responsabilidad de los ataques a importantes establecimientos como Caesars Entertainment y MGM Resorts.

El desarrollo de esta historia pone de relieve las tácticas en constante evolución de los ciberdelincuentes en el criptoespacio. A medida que el valor de las criptomonedas sigue aumentando, también aumenta el incentivo para que los actores maliciosos aprovechen las vulnerabilidades.

También subraya la importancia de mantener medidas de seguridad sólidas, como la autenticación de dos factores y métodos de almacenamiento seguro, para proteger los criptoactivos.

Este impactante caso sirve como un crudo recordatorio de la batalla en curso para asegurar la frontera digital. A medida que el mundo de las criptomonedas continúa expandiéndose, las personas y las instituciones deben permanecer alerta para protegerse de estas amenazas sofisticadas e implacables.

El caso de Jordan Persad es sólo un capítulo de esta saga de intriga digital en constante evolución, donde hay mucho en juego y los delincuentes se vuelven cada vez más ingeniosos en sus métodos.

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