Atraerás la mayor tasa impositiva global por tus ganancias en criptomonedas en Dinamarca. Esto, según un estudio recientemente publicado que arrojó luz sobre el panorama global de impuestos sobre criptomonedas. La investigación, una colaboración de las firmas de investigación de criptomonedas Coincub y Blockpit, mostró que los inversores en criptomonedas con sede en Dinamarca pagan hasta un 53% en impuestos sobre ganancias de capital (CGT).

Esta tasa impositiva se mantiene en línea con los altos niveles de imposición del país. Un extracto del informe explica:

“La Agencia Tributaria Danesa trata las ganancias de criptomonedas como ingresos personales, sometiéndolas a las mismas tasas impositivas progresivas que otras formas de ingreso. Este alto nivel de imposición es consistente con el enfoque general de Dinamarca hacia la imposición de ingresos, que está entre los más altos del mundo.”

~Coincub/ Blockpit

Islandia, con un CGT a corto y largo plazo del 38.5%, es el segundo destino de criptomonedas más gravado. Al igual que su contraparte nórdica, esta alta tasa impositiva coincide con el sistema fiscal progresivo del país y el modelo económico de bienestar social. Y cerrando el top tres está Irlanda, que grava las ganancias de criptomonedas al 33%.

Fuente: Coincub/Blockpit

El informe también destaca algunos de los países amigables con los impuestos para los inversores en criptomonedas. Estos incluyen Bahréin, Bermudas, Suiza, las Islas Caimán y los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Sus entornos regulatorios favorables y la cero CGT en inversiones en activos digitales los convierten en destinos privilegiados para individuos y empresas que manejan esos activos.

¿Dónde pueden los inversores en criptomonedas obtener beneficios fiscales por mantener a largo plazo?

Varios países de la Eurozona ofrecen ciertas ventajas fiscales para los poseedores de moneda digital a largo plazo. Alemania, por ejemplo, impone una tasa impositiva del 0% sobre las ganancias de activos que el inversor ha mantenido durante más de un año o para ganancias inferiores a 1,000 €. Asimismo, cualquier ingreso en criptomonedas por debajo de 256 € está libre de impuestos.

Eso contrasta significativamente con la tasa del 45% que cobra sobre las tenencias transferidas dentro de un año.

Bélgica también cobra a los inversores individuales un 0% de impuestos sobre las ganancias de capital a largo plazo de criptomonedas. Sin embargo, esto viene con una condición: las transacciones deben calificar como parte de la gestión habitual de activos privados del titular. Sin embargo, las ganancias a corto plazo atraen una tasa impositiva fija del 33%, mientras que los ingresos de actividades profesionales en criptomonedas atraen una tasa más alta.

El caso es el mismo para Luxemburgo. Aquí los comerciantes disfrutan de una tasa de CGT del 0% sobre criptomonedas que han mantenido durante más de seis meses. Pero los ingresos de activos vendidos en menos de seis meses están sujetos a una tasa impositiva progresiva del 42%. Otras naciones con incentivos similares son Malta, Chipre y Croacia.

Nuevos estándares fiscales globales apuntan a la transparencia en criptomonedas

La creciente aceptación de las criptomonedas ha hecho necesario repensar cómo manejamos su imposición en el futuro. Detrás de ese cambio hay dos iniciativas: el Marco de Reporte de Activos Cripto (CARF) y la Administración Fiscal para el Reporte de Actividades de Activos Cripto (TARKA).

CARF busca mejorar la transparencia fiscal y frenar a los evasores fiscales estableciendo un estándar globalmente aceptable para informar sobre transacciones relacionadas con criptomonedas. TARKA, por su parte, complementa el impulso de CARF al permitir sinergias entre los cuerpos fiscales de los 48 miembros iniciales.

Las dos iniciativas someterán a los Proveedores de Servicios de Activos Cripto a un escrutinio más estricto, obligándolos a actualizar sus sistemas para alinearse con sus responsabilidades de informes mejoradas. Mientras tanto, las autoridades fiscales tendrán más herramientas y recursos para rastrear y hacer cumplir las ganancias ocultas en criptomonedas.