El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Mijail Bogdanov, explicó que los países BRICS se están alineando con la organización para reforzar su soberanía y distanciarse del dólar estadounidense, al que describió como un instrumento de influencia política y económica occidental.
Bogdanov explicó que el BRICS sirve como alternativa a los sistemas dominados por Occidente, pero que “no es antioccidental”. La publicación Tass lo citó diciendo:
Elegimos este camino para fortalecer la soberanía de nuestros países, para alejarnos del dólar, que nos fue impuesto y es utilizado por Occidente, especialmente Estados Unidos, como método de presión, incluso política y económica.
Al destacar el atractivo de los BRICS para un número cada vez mayor de países, Bogdanov añadió: “Esta asociación tiene un potencial muy grande y no es coincidencia que cada vez más países quieran sumarse a nuestro trabajo conjunto”.
El BRICS, fundado en 2006 por Brasil, Rusia, India y China y ampliado en 2011 para incluir a Sudáfrica, incorporó a Egipto, Irán, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía como miembros plenos a partir del 1 de enero de 2024. La 16.ª Cumbre del BRICS, celebrada del 22 al 24 de octubre en Kazán (Rusia), marcó un hito y puso de relieve la agenda de la presidencia rusa. Esta cumbre fue la primera de los nuevos miembros, lo que indica la creciente influencia del BRICS.
En la cumbre, los líderes adoptaron la Declaración de Kazán, en la que se esboza la postura del BRICS sobre cuestiones globales y conflictos regionales. Reafirmaron su compromiso de fomentar un sistema financiero más integrado entre los países miembros, haciendo hincapié en las transacciones en moneda local y las estructuras de pago transfronterizas. El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Ryabkov, anunció recientemente que la presidencia rusa del BRICS había avanzado en los esfuerzos de desdolarización, que ahora se están transfiriendo a Brasil para que continúe su implementación. Subrayó la eficacia de los sistemas de compensación de pagos mutuos para reducir la dependencia del dólar y señaló que estos esfuerzos, formalizados en acuerdos, son vitales para eludir “sanciones ilegítimas, incluidas las secundarias”.