Elon Musk criticó públicamente al Servicio Secreto. Señaló que el Servicio Secreto, que cuenta con 8.300 empleados, no protegió adecuadamente al expresidente Trump, lo que implica que no cumplieron con sus funciones. Después de que dispararon a Trump en Pensilvania, toda la atención se centró en la seguridad. Un ciudadano estadounidense dijo en una entrevista que el pistolero había sido descubierto cuando subía al tejado, pero el personal de seguridad local hizo la vista gorda ante este peligro para la seguridad, tal vez porque normalmente andaban sueltos o creían erróneamente que el pistolero también era uno de los personal de seguridad. De todos modos, está claro que hubo un descuido importante en cuanto a la seguridad del expresidente.

Los congresistas republicanos dijeron en entrevistas que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha rechazado repetidamente propuestas para brindar a Trump una protección más fuerte del Servicio Secreto. Puede ser que Biden no lo haya aprobado o que el proceso de aprobación sea engorroso. En respuesta, Musk, que apoya a Trump, pidió públicamente en las redes sociales la dimisión del líder del Servicio Secreto. El líder al que se refiere es el secretario de Seguridad Nacional Mayorkas, a quien Musk no es el primero en criticar. El representante republicano Mike Walz de Florida también lo ha criticado antes.

Aunque el Servicio Secreto de Estados Unidos ha llevado a cabo una investigación exhaustiva sobre el incidente, el tiroteo ya ocurrió y cualquier remediación después del hecho parecerá demasiado tarde, y cualquier medida remediadora que se tome ahora sólo dará la impresión de estar en retrospectiva. El Servicio Secreto de los Estados Unidos se estableció en 1865 y actualmente cuenta con 8.300 empleados. Sus responsabilidades incluyen proteger a los presidentes, vicepresidentes y otros funcionarios importantes actuales y anteriores de los Estados Unidos, incluidos los candidatos presidenciales.

Los equipos de operaciones del Servicio Secreto incluyen equipos de contrafrancotiradores y equipos de contraasalto, que necesitan trabajar con las fuerzas de seguridad locales en el lugar del evento para lograr la máxima seguridad. Trump se convirtió por primera vez en sujeto de protección del Servicio Secreto en noviembre de 2015, cuando apareció por primera vez en la atención pública como candidato presidencial republicano, y luego, como expresidente, disfrutará de la protección del Servicio Secreto de por vida.