El Departamento de Trabajo de Estados Unidos informó el 10 de octubre que el índice de precios al consumidor (IPC) en Estados Unidos aumentó un 0,2% en septiembre, cifra superior al aumento del 0,1% previsto por los economistas.
Un informe mostró que las solicitudes semanales de subsidio por desempleo en Estados Unidos alcanzaron un máximo de 14 meses, lo que sugiere que es probable que el mercado laboral se esté debilitando a pesar de un fuerte aumento en las nóminas no agrícolas en septiembre. Sin embargo, gran parte del aumento puede estar relacionado con los huracanes y una huelga en Boeing. La mayor parte del aumento de la inflación provino de un aumento del 0,4 por ciento en los precios de los alimentos y un aumento del 0,2 por ciento en los costos de la vivienda, dijo la Oficina de Estadísticas Laborales. Esos aumentos compensaron una caída del 1,9 por ciento en los precios de la energía. Otros elementos que contribuyeron al aumento general de la inflación incluyeron un aumento del 0,3 por ciento en los precios de los automóviles usados ​​y un aumento del 0,2 por ciento en los precios de los automóviles nuevos. Los servicios de atención médica aumentaron un 0,7 por ciento y los precios de la ropa aumentaron un 1,1 por ciento.
Estos indicadores podrían ser señales negativas en los próximos meses. Y la pregunta es si el ritmo de la inflación se controlará o no y si los tipos de interés se reducirán aún más. Es una pregunta abierta a la que es difícil dar respuesta cuando el mercado actual es impredecible.