La Corte Suprema de Estados Unidos se ha negado a escuchar un caso relacionado con la propiedad de 69.370 bitcoins, valorados en 4.380 millones de dólares, que el gobierno estadounidense confiscó del mercado de la dark web Silk Road.

La solicitud de revisión fue realizada por Battle Born Investments, una empresa que afirmó haber comprado los derechos del Bitcoin incautado a través de una declaración de quiebra.

La decisión de la Corte Suprema de no abordar el caso podría allanar el camino para que el gobierno de Estados Unidos venda Bitcoin.

Battle Born había perdido previamente su caso tanto en un tribunal de distrito en 2022 como en un tribunal de apelaciones en 2023, al no poder convencer a los tribunales de que había adquirido Bitcoin a través de una reclamación de quiebra tras el cierre de Silk Road en 2013.

Un juez de un tribunal de apelaciones de San Francisco desestimó el caso y dictaminó que la empresa no tenía un reclamo válido sobre el Bitcoin.

La Corte Suprema sólo acepta entre 100 y 150 de los más de 7.000 casos que se le pide revisar cada año.

Con la negativa del Tribunal a revisar el caso, es más probable que la acción de decomiso civil del gobierno estadounidense tenga éxito, permitiendo la venta de Bitcoin.

El 29 de julio, el gobierno de EE. UU. movió aproximadamente 2 mil millones de dólares en Bitcoin vinculados a Silk Road, y el Servicio de Alguaciles utilizó Coinbase Prime para retener los activos confiscados.

Los gobiernos que han vendido grandes cantidades de Bitcoin en el pasado han provocado una volatilidad significativa en el mercado.

Por ejemplo, cuando el gobierno alemán vendió casi 50.000 Bitcoin, por un valor de más de 3.150 millones de dólares, en junio y julio, el mercado experimentó fluctuaciones considerables.

No está claro qué planea hacer Estados Unidos con los Bitcoins confiscados.

El candidato presidencial republicano Donald Trump se ha comprometido a crear una “reserva estratégica de Bitcoin” si gana las elecciones, mientras que la candidata demócrata Kamala Harris no ha hecho ninguna declaración pública sobre la política de criptomonedas.

Silk Road fue fundada en 2011 por Ross Ulbricht, quien actualmente cumple cadena perpetua por lavado de dinero, distribución de narcóticos y otros cargos.

Trump ha prometido liberar a Ulbricht de la prisión si gana la presidencia.