La batalla legal en curso entre Ripple y la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) se ha convertido en una saga que acapara los titulares en el mundo de las criptomonedas. El caso dio un giro intrigante cuando la SEC presentó recientemente una apelación contra un fallo de la jueza Analisa Torres en julio de 2023, que favoreció en gran medida a Ripple. Esta decisión dictaminó que las ventas programáticas de XRP (las realizadas a inversores minoristas a través de bolsas) no constituían transacciones de valores, mientras que sus ventas institucionales se clasificaban como valores. Con este resultado matizado, tanto Ripple como la SEC se encuentran en un tira y afloja legal.

La SEC ha dado un paso adelante oficialmente y ha presentado una notificación de apelación ante el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Segundo Circuito. Esta acción ha provocado rumores dentro de la comunidad XRP sobre la posibilidad de un acuerdo dentro de los próximos 14 días, el plazo que normalmente se permite para los procedimientos de apelación. ¿Podrían Ripple y la SEC llegar a un acuerdo en este plazo? Algunos especulan que la SEC podría estar apuntando a una sanción financiera más elevada que los 125 millones de dólares planteados inicialmente, pero los expertos legales están echando por tierra esta idea.

Marc Fagel, ex abogado de la SEC, se apresuró a señalar que esta apelación tiene más que ver con los principios legales que con la renegociación de las sanciones. Enfatizó que el enfoque de la SEC sigue siendo si las ventas programáticas de XRP están sujetas a las leyes de valores. Desde el principio, la postura de la SEC ha sido clara y la apelación tiene como objetivo abordar estas cuestiones legales en lugar del acuerdo financiero.

El abogado Bill Morgan, otro observador atento del caso, agregó algunos matices a la discusión. Aclaró que la presentación de la SEC es una notificación de apelación, no una apelación formal por ahora, lo que significa que todavía hay margen de maniobra para las negociaciones. Sin embargo, Morgan moderó las expectativas y sugirió que es posible llegar a un acuerdo en los próximos 14 días, pero poco probable, dadas las importantes diferencias legales entre las interpretaciones de Ripple y la SEC.

Además, Ripple podría presentar una apelación cruzada, impugnando partes del fallo del juez Torres que fueron en su contra, en particular la clasificación de las ventas institucionales de XRP como transacciones de valores. Una apelación cruzada sin duda agregaría más complejidad al caso, haciendo que cualquier resolución rápida sea aún menos probable.

Lo que está en juego no podría ser más importante para ambas partes. Ripple está ansiosa por proteger su victoria en las ventas programáticas y evitar una batalla legal prolongada que podría tener efectos dominó en toda la industria de las criptomonedas. Por otro lado, la SEC se esfuerza por sentar un precedente legal que le dé más autoridad para regular los activos digitales.

En conclusión, si bien es técnicamente posible llegar a un acuerdo, está lejos de ser probable. La brecha legal e ideológica entre Ripple y la SEC sigue siendo enorme, y ambos parecen dispuestos a llevar esta lucha a la siguiente ronda en los tribunales. Esta batalla legal podría cambiar el futuro de la regulación de las criptomonedas, y el mundo está atento.

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