Ethereum enfrenta muchos desafíos, especialmente la competencia de cadenas de bloques como Solana. Actualmente, los precios de Ethereum están aumentando y los usuarios e inversores están decepcionados debido a las altas tarifas de transacción y al hecho de que la centralización frustra el propósito original. Ethereum ha sido controlado por grandes instituciones financieras y ha perdido sus características descentralizadas originales. La comunidad no tiene control sobre la gobernanza y el futuro de la red.
Vitalik todavía está trabajando arduamente para reformar y buscar hacer que Ethereum sea más consistente con el concepto de descentralización. El futuro requiere una gobernanza más abierta y democrática para reducir la influencia de los grandes inversores y aumentar el número de creadores de blockchain.
Este no es el final de Ethereum, pero sí el comienzo de un renacimiento, aunque puede que antes de eso pasen momentos difíciles.
