Coinbase está instando al tribunal a conceder una apelación interlocutoria en su batalla legal en curso con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), tras una apelación similar presentada recientemente por la agencia en su caso contra Ripple, según un informe de Zack Abrams para The Block. La plataforma de intercambio de criptomonedas ha solicitado que la jueza Katherine Polk Failla, que preside el caso, apruebe la apelación antes de que el caso se resuelva por completo.

Una apelación interlocutoria se refiere a un procedimiento legal que permite a una de las partes en un caso en curso solicitar a un tribunal superior que revise la decisión de un tribunal inferior antes de que se haya llegado a un veredicto final en todo el caso. Normalmente, las apelaciones solo se permiten después de la conclusión de un caso, pero las apelaciones interlocutorias son una excepción que se aplica a las decisiones tomadas sobre cuestiones específicas durante el proceso de litigio. Por lo general, se conceden cuando la decisión del tribunal inferior podría tener un impacto significativo en el resultado del juicio o si esperar una sentencia final podría causar un daño grave e irreparable a una de las partes.

Por ejemplo, las apelaciones interlocutorias pueden utilizarse para impugnar resoluciones sobre cuestiones como la admisibilidad de pruebas, decisiones relativas a la jurisdicción u otras cuestiones procesales clave que podrían determinar la dirección del caso. Dado que permitir apelaciones durante un juicio en curso puede interrumpir el proceso legal, no todas las decisiones son elegibles para la apelación interlocutoria. En muchos casos, se requiere el permiso del tribunal inferior o de un tribunal de apelaciones, y la parte que apela debe demostrar que el asunto en cuestión es lo suficientemente urgente como para justificar una revisión inmediata.

El objetivo principal de un recurso interlocutorio es evitar posibles errores que podrían afectar gravemente la imparcialidad del proceso o los derechos de las partes implicadas. Sin embargo, los tribunales suelen sopesar la necesidad de resolver las disputas de manera eficiente y evitar demoras innecesarias frente a la importancia de la cuestión que se está apelando. Como resultado, este tipo de recursos suelen concederse solo en casos excepcionales.

Coinbase presentó inicialmente la apelación interlocutoria en abril de 2024, con el objetivo de que el Segundo Circuito de Apelaciones revisara una cuestión fundamental: cómo se aplica la Prueba Howey (una norma legal establecida por la Corte Suprema en 1946 para determinar qué califica como un valor) a los activos digitales. Los abogados de Coinbase destacaron la complejidad y la polémica de esta cuestión, señalando que las opiniones están divididas entre los legisladores, los organismos reguladores y los tribunales.

A pesar de la oposición de la SEC a la solicitud, que según la agencia no tenía “motivos sustanciales para una diferencia de opinión”, el juez Failla aún no ha emitido un fallo. Sin embargo, Coinbase está presionando al tribunal para que reconsidere su moción a la luz de la reciente apelación de la SEC en el caso Ripple, que también involucra preguntas sobre la aplicación de la Prueba Howey a los activos digitales.

Coinbase cree que la presentación simultánea de ambos casos ante el Segundo Circuito podría proporcionar al tribunal una visión integral de la postura legal de la SEC. Un portavoz de Coinbase expresó su confianza en su posición y afirmó que "permitir que el Segundo Circuito tenga una visión lo más completa posible será importante, ya que considerará cómo se aplica Howey a las transacciones del mercado secundario".

El experto legal en criptomonedas James “MetaLawMan” Murphy describió la renovada solicitud de apelación de Coinbase como una “medida inteligente”, señalando que las acciones de la SEC en el caso Ripple añaden peso al argumento de Coinbase.

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